Cambiemos el sistema, no el clima

Un Pacto de Sostenibilidad y Bienestar para Europa. Parte 1

PAU NOY SERRANO – 02/06/2019

Se ha hecho pública hace poco una carta abierta, firmada por más de 200 expertos en todo el continente  y 90.000 ciudadanos, pidiendo que la UE priorice el bienestar sobre el crecimiento. Todo esto sucede en un nuevo contexto sociopolítico en el cual el mensaje «Cambiemos el sistema, no el clima» se viene escuchando con fuerza en las calles de Europa.

Cuando la activista climática Greta Thunberg se reunió con Jean-Claude Juncker, ésta le dijo al presidente de la Comisión Europea que hablase con los expertos. Doscientos expertos en cambios sistémicos, venidos del ámbito académico, empresarial, de la gobernanza de grandes ciudades y de la sociedad civil, han dicho que se deben dar respuestas valientes a la crisis, a la vez que factibles. Lo primero es identificar que efectivamente la crisis existe, porque para el mainstream de la economía la crisis es sólo de crecimiento económico. Están ciegos ante la crisis climática ni quieren ver su letal potencial destructor,  que es consecuencia de un modelo económico que sirvió relativamente bien durante el siglo XX , pero que hoy lo padecemos más que lo disfrutamos.

Los expertos han propuesto un cambio de paradigma. Se han atrevido, nada menos, que a decir en voz alta lo que muchos de nosotros, sin la etiqueta de expertos, venimos diciendo hace tiempo.  A ver si con el apoyo de esa legión de expertos nuestras ideas rompen el monopolio de un mainstream económico que está confortablemente instalado en el business as usual. Se propone realizar una transición hacia una sociedad próspera, respetando los límites planetarios, basada en tres puntos que apuntan más allá del actual sistema económico — preocupado solamente por incrementar el PIB–  diseñando un plan económico más realista, y también más optimista, que se apoye en los principios del post-crecimiento, llevando a cabo unas políticas en la escala europea, nacional, regional y municipal que permitan enfrentarse con éxito a la acuciante crisis en la que estamos inmersos. En realidad se trata de una triple crisis: la del cambio climático, la de la extinción masiva y la de la desigualdad. Las políticas propuestas se basan en la idea del post-crecimiento, una palabra relativamente nueva que viene a actualizar el clásico concepto de decrecimiento, porque a efectos comunicativos parece mucho más realista hablar de post-crecimiento que no de decrecimiento, ya que habrá que crecer en unas cosas y decrecer en otras, por ejemplo en emisiones de gases de efecto invernadero.

Estos expertos piensan, en relación con esta triple crisis, que ni el Acuerdo de París , ni las Metas de biodiversidad de Aichi , ni los actuales sistemas fiscales son capaces de lidiar con las amenazas existentes. La reciente buena noticia es que estos cambios profundos no solo son necesarios sino que también son demandados, como se ve en una reciente macroencuesta llevada a cabo por la Unión Europea en la que ha quedado claro que la mayoría de los europeos creen que la conservación del medio ambiente debe ser una prioridad, incluso a expensas del crecimiento. Por tanto, existe el mandato en favor de un cambio sistémico. Pero para llevarlo a cabo hace falta una mentalidad abierta, visionaria, y una actitud comprometida para que los planes se conviertan en realidad. En este post hablaremos del primer cambio solicitado. En el siguiente post del blog aparecerán el segundo y tercer cambio.

Primer cambiodestronar al rey PIB, coronar a la reina BIENESTAR, una frase feliz que aparece en el manifiesto, porque la prosperidad de las personas sólo es posible si el mundo es habitable. Se ha demostrado que las viejas políticas al servicio del incremento del PIB han sacrificado tanto a personas como al propio planeta y que sólo las políticas que se orientan al bienestar son las que están trayendo un progreso verdadero, es decir, una renta suficiente para todos, igualdad y revertir la crisis climática. El crecimiento basado en la sobreexplotación de recursos, en recortes en medidas sociales y en seguir contaminando, conduce al agotamiento, tanto de  la población como del planeta, por lo que poco a poco va abriéndose camino la idea de una prosperidad sin crecimiento. Los expertos ponen como ejemplos los casos de Bhutan, Nueva Zelanda o Barcelona donde anteponer el progreso social y lo medioambiental al PIB realmente funciona.

En su manifiesto los expertos reclaman a la Comisión Europea la conversión del Pacto de la Estabilidad y el Crecimiento (SGP, por sus siglas en inglés) en un Acuerdo por la Sostenibilidad y el Bienestar (SWP, por sus siglas en inglés) y un cambio conceptual de «empleos, crecimiento e inversiones» por «bienestar, empleos y sostenibilidad». También piden la creación de una Dirección General del Bienestar y de las Generaciones Futuras poniendo al primer vicepresidente de la UE al frente. A los países, regiones y municipios se les pide la creación de un Ministerio, o cargo equivalente en cada nivel, de Bienestar y Generaciones Futuras con un rol central en el gobierno.

Saludos cordiales

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