19.06.2020

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La expansión forestal y el calentamiento reducen el agua disponible un 30% en 25 años

El incremento de las masas boscosas y la mayor evapotranspiración por las altas temperaturas disminuyen los caudales que van a los ríos y acuíferos en Catalunya

Antonio Cerrillo, 11/06/2020

Los caudales de agua cada vez se quedan más retenidos en los bosques; fluyen menos a los ríos.

El resultado es que el agua teóricamente disponible en ríos y acuíferos (agua azul, en la terminología de los ecólogos) en Catalunya se ha reducido un 29% en 25 años. 

Todo ello se debe a la expansión forestal y a la mayor evapotranspiración de los árboles (consecuencia de unas temperaturas más altas en la atmósfera). Así lo indica un estudio del Creaf para la Oficina Catalana de Canvi Climàtic de la Generalitat.

Para esto se han utilizado los datos de 3.418 parcelas en los diferentes inventarios forestales desde 1990 al 2015.

La expansión forestal y el calentamiento reducen el agua disponible un 30%en 25 años
Bosques densos como los del Montseny sufren en verano una intensa de evapotranspiración que reduce los caudales que van a las rieras (EP)

El crecimiento del bosque y la poca gestión forestal son los primeros causantes de que se haya reducido el agua de escorrentía de la que se alimentan ríos y acuíferos y, por tanto, todos los sistemas que se derivan.

El agua de lluvia queda retenida en los árboles y sus hojas; se evapora más, y no se filtra tanto en el suelo.

Todo ello se debe a la expansión forestal y a la mayor evapotranspiración de los árboles

“Esta reducción de agua disponible se debe al mayor número de árboles que capturan el agua; por otra parte, todo esto se da en un contexto en el que la temperatura de la atmósfera cada vez es más elevada. La necesidad de evapotranspiración de los árboles es mayor por esas altas temperaturas”, señala Gabriel Borràs, responsable del área de Adaptació de la Oficina Catalana de Canvi Climàtic de la Generalitat.

La reducción de los recursos de agua disponible en ríos y acuíferos –por este incremento gradual, continuo y progresivo de las masas forestales en Catalunya, y el abandono rural– se da en la mayor parte de zonas. En el caso de las comarcas interiores, la disminución alcanza más del 38% mientras que en los bosques mediterráneos la merma alcanza el 33%. 

En el Pirineo occidental, donde se sitúan las aguas que van a los embalses de la cuenca del Segre, la merma ha sido menor, de alrededor del 12%.

La gestión forestal debe adaptarse

Las conclusiones del estudio confirman, pues, que la solución ecológica no siempre es fomentar el aumento de la superficie forestal. Al contrario; se sugiere que para mantener los recursos hídricos disponibles habría que llevar a cabo actuaciones de gestión forestal más frecuentes y de mayor alcance (aunque esto en algunas ocasiones podría ir en detrimento de otros servicios que ofrece el bosque).

¿Cuál es entonces la mejor opción para evitar esta pérdida de agua? Borràs apunta que se trata de buscar en cada caso la mejor solución de adaptación (la tipología, el aprovechamiento, la pendiente del terreno..) según las orientaciones recogidas en las instrucciones del Centre de la Propietat Forestal.

Los resultados obtenidos son coherentes con un informe de hace dos años (el programa Life Medacc) en el que se indicaba que los caudales en las cabeceras de tres ríos catalanes (Segre, Ter y Muga) se habían reducido entre un 22% y un 48%, según revelan los aforos que mide el caudal.

Passeig del Ter de Manlleu
Passeig del Ter de Manlleu (Llibert Teixidó)

Los bosques han perdido un 17% de capacidad para fijar carbono y mitigar el cambio climático

Por otra parte, el estudio de Creaf detecta que los bosques catalanes han ralentizado su capacidad de capturar o secuestrar el CO2de la atmósfera fijándolo como stock de madera. Esta capacidad de captura se ha reducido un 17% en estos 25 años (ahora ya es de poco menos de una tonelada de CO2por hectárea al año). 

La razón podría ser una mayor competencia por los recursos, como el agua.

Se estima que los bosques absorben el 10% de las emisiones de CO2 en Catalunya, lo que demuestra que son importantes para mitigar el cambio climático.

La reducción de capacidad para captar el CO2se ha observado tanto en los bosques jóvenes como en los bosques adultos. Tradicionalmente, se considera que los bosques jóvenes (más vigorosos) capturan más CO2que los bosques adultos, “pero esto pasa siempre y cuando haya suficiente agua”, matiza Gabriel Borràs.

Se está viendo que esta reducción de capacidad de fijar el carbono es mayor en los árboles jóvenes. 

De hecho, se está viendo que esta reducción de capacidad de fijar el carbono es mayor en los árboles jóvenes. “Por el contrario, en el caso de los árboles adultos, vemos que la reducción de capacidad de secuestro de CO2es menor”, dice Jordi Vayreda, investigador del Creaf. Todo indica pues que en un contexto de competencia por los recursos de agua, que son menguantes, “el bosque adulto tiene proporcionalmente una mayor capacidad de secuestro del CO2que el bosque joven”, dice Vayreda. “El factor limitante es el agua”, recalca Borràs.

(Mercè Gili)

Más bosque ha permitido evitar la erosión y ha dado estabilidad a la producción de setas. Solo se ha observado una disminución del 1% en toda Catalunya. En los bosques interiores se producido una pérdida cercana al 17%, mientras que en los de montaña y mediterráneos han incrementado un 2,5% y un 3,8%, respectivamente.

https://www.lavanguardia.com/natural/20200611/481710490181/calentamiento-expansion-forestal-agua-impacto.html?fbclid=IwAR1Mna-vMWfyovvKKZoGCEwUS39P_XDzl7XLP6BwGA-SK9CNYOzqSK9Zt7Y

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