Las dietas vegetales son cruciales para salvar la vida silvestre mundial

El círculo vicioso de alimentos baratos pero dañinos es el mayor destructor de la naturaleza, según un informe respaldado por la ONU 

Editor: Damian Carrington, 03/02/2021

El sistema alimentario mundial es el principal impulsor de la destrucción del mundo natural. El cambio a dietas predominantemente vegetarianas es crucial para detener el daño causado. 

Según el informe del grupo de expertos de Chatham House,  la agricultura es la principal amenaza para el 86% de las 28.000 especies que se sabe están en riesgo de extinción. Sin cambios, la pérdida de biodiversidad continuará acelerándose y amenazando la capacidad del mundo para sostener a la humanidad.

La causa fundamental es un círculo vicioso de alimentos baratos, donde los bajos costos impulsan una mayor demanda de alimentos y más desperdicio, con más competencia y reducción de costes a través de una mayor tala de tierras naturales y el uso de fertilizantes y pesticidas contaminantes.

Más del 80% de las tierras agrícolas mundiales se utiliza para criar animales, los cuales proporcionan solo el 18% de las calorías consumidas. Fotografía: Alamy

El informe, apoyado por el programa de medio ambiente de la ONU (Unep), se centró en tres soluciones. La primera es un cambio a dietas más vegetarianas porque el ganado vacuno, ovino y  otro tipo de ganado, tiene mayor impacto en el medio ambiente.

Más del 80% de las tierras agrícolas mundiales se utiiza para criar animales, que proporcionan solo el 18% de las calorías consumidas. Revertir la tendencia creciente del consumo de carne eliminaría la presión para despejar nuevas tierras y dañar aún más la vida silvestre. También libera tierras existentes para la segunda solución, restaurando ecosistemas nativos para aumentar la biodiversidad.

La disponibilidad de tierra también sustenta la tercera solución, que es una agricultura menos intensiva y dañina, pero aceptando rendimientos más bajos. Los rendimientos orgánicos son en promedio alrededor del 75% de los de la agricultura intensiva convencional.

Arreglar el sistema alimentario mundial también abordaría la crisis climática. El sistema alimentario causa aproximadamente el 30% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, y más de la mitad proviene de las granjas animales. Los cambios en la producción de alimentos también podrían abordar la mala salud que padecen 3.000 millones de personas, que tienen muy poco para comer o tienen sobrepeso u obesidad, y que cuesta billones de dólares al año en atención médica.

“Los políticos siguen diciendo: – mi trabajo es hacer que los alimentos sean más baratos para usted -, sin importar cuán tóxicos sean desde una perspectiva de salud humana o planetaria”, dijo el profesor Tim Benton, de Chatham House. “Debemos dejar de argumentar que tenemos que subsidiar el sistema alimentario en nombre de los pobres y, en cambio, ocuparnos de los pobres sacándolos de la pobreza”.

Benton dijo que el impacto del sistema alimentario en el clima y la salud se estaba aceptando ampliamente, pero que la biodiversidad se consideraba con demasiada frecuencia como solo algo “agradable de tener”.

Susan Gardner, directora de la división de ecosistemas de la Unep, dijo que el sistema alimentario actual es un “arma de doble filo” que proporciona alimentos baratos pero que no toma en cuenta los costos ocultos para nuestra salud y el mundo natural. “Reformar la forma en que producimos y consumimos alimentos es una prioridad urgente”.

Jane Goodall, la reconocida conservacionista, dijo que la cría intensiva de miles de millones de animales dañó gravemente el medio ambiente y que las condiciones de hacinamiento suponían el riesgo de que nuevas enfermedades pandémicas contagiaran a las personas: “Debería eliminarse lo antes posible”.

Una reseña histórica realizada por el profesor Sir Partha Dasgupta, concluyó que el mundo estaba en peligro extremo por el fracaso de la economía en tomar en cuenta el rápido agotamiento de la biodiversidad.

El informe de Chatham House dijo que el mundo había perdido la mitad de sus ecosistemas naturales y que el tamaño medio de la población de animales salvajes se había reducido en un 68% desde 1970. En contraste, los animales de granja, principalmente vacas y cerdos, ahora representan el 60% de todos los mamíferos por peso, siendo los humanos el 36% y los animales salvajes solo el 4%.

Al reformar el sistema alimentario mundial, “la convergencia del consumo mundial de alimentos en torno a dietas predominantemente vegetarianas es el elemento más crucial”, dice el informe. Por ejemplo, un cambio de la carne de res a los frijoles por parte de la población de EE. UU. liberaría campos equivalentes al 42% de las tierras de cultivo de este país dejandolos para otros usos, como la reconstrucción de hábitats o para el desarrollo de una agricultura más amigable con la naturaleza.

En otro ejemplo, el informe dijo que si los pastos permanentes en todo el mundo, que alguna vez fueron bosques, se devolvieran a su estado nativo, almacenarían 72 mil millones de toneladas de carbono, aproximadamente el equivalente a siete años de emisiones globales de combustibles fósiles. Benton dijo que el informe no abogaba por que todas las personas deberían volverse vegetarianas, sino que deberían seguir dietas saludables que  mucho más bajas en el consumo de carne.

Benton apunta el próximo año como una oportunidad potencialmente única para rediseñar el sistema alimentario mundial, con importantes cumbres de la ONU sobre biodiversidad y clima, así como la primera cumbre mundial de sistemas alimentarios de la ONU y una cumbre internacional de nutricion para el crecimiento. Las grandes sumas que gastan los gobiernos a medida que las naciones se recuperan de la pandemia de Covid-19, también brindan oportunidades para “formular políticas que otorguen la misma prioridad a la salud pública y planetaria”, según el informe.

Philip Lymbery, de Compassion in World Farming: “El futuro de la agricultura debe ser respetuoso con la naturaleza y regenerativo, y nuestras dietas deben ser más basadas en vegetales, saludables y sostenibles. Si no se pone fin a la agricultura industrial, corremos el peligro de no tener ningún futuro”.

https://www.theguardian.com/environment/2021/feb/03/plant-based-diets-crucial-to-saving-global-wildlife-says-report

Traducción: Francesc Sardà

Print Friendly, PDF & Email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *