Hoy presentamos el primer informe que evalúa exhaustivamente el impacto ecológico del consumo en España. Ha sido elaborado junto con la Comisión Europea. Creo que no dejará indiferente a nadie. En este hilo repaso los datos y conclusiones más relevantes
Alberto Garzón en Twitter
El informe analiza un total de 16 tipos de impacto ecológico, desde el cambio climático hasta el uso de agua o de recursos fósiles, pasando por la eutrofización o la acidificación. Con todos esos datos se obtiene el indicador de «Huella Interior» para el período 2010-2018.
La «Huella Interior» mide el impacto ecológico causado por la extracción de recursos y emisiones asociadas a la producción en el interior del país. La buena noticia es que entre 2010 y 2018 esta huella disminuyó para la mayoría de los impactos ambientales. Bajó un 6,7% en total.
Entre los impactos ecológicos más graves para España destacan el consumo de agua dulce, la emisión de dióxido de carbono y la contaminación, que explican 2/3 de las presiones ambientales. Actuar sobre las causas ayudaría mucho en la mejora de la salud del medio ambiente.
Los datos apuntados hasta ahora señalan que aunque hay fuertes impactos ecológicos, hay también una evolución positiva. Sin embargo, la Huella Interior sólo mide lo que se produce en el propio territorio. ¿Y si midiéramos también aquello que se produce fuera pero se consume aquí?
El indicador para ello es la Huella de Consumo, que incluye al análisis el impacto del comercio internacional. Y aquí las malas noticias: la Huella de Consumo sí ha crecido entre 2010 y 2018. Esto significa que España está externalizando su impacto ecológico a otros países…
Así, mejoran los indicadores de impacto interno (p.ej. se emite menos CO2 en España), pero el patrón de consumo español supone la importación de productos extranjeros con un impacto en otros países (p.ej. más emisiones de CO2). Y planeta tenemos sólo uno y compartido…
Ahora entramos en materia… ¿qué categorías de consumo explican el mayor impacto ecológico? Destacadamente, el 52% del impacto ambiental está producido por la alimentación. Movilidad y vivienda son categorías que explican también un 17% y 16% respectivamente.
La alimentación es la categoría con mayor responsabilidad para casi todos los impactos. Lo explica el carácter altamente intensivo e industrial, muy dependiente de grandes cantidades de combustibles fósiles, fertilizantes químicos y agua. Imaginen, p.ej., una macrogranja…
Mientras el impacto ecológico de vivienda, bienes de hogar y electrodomésticos se ha ido reduciendo entre 2010 y 2018, la alimentación y la movilidad han ido creciendo. Además, en España el impacto ecológico de la alimentación es muy superior al de la media de la UE.
Dentro de la alimentación, el mayor impacto proviene de las carnes y los lácteos. Esto tiene que ver con las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero y la deforestación y pérdida de biodiversidad que conlleva la producción de piensos.
Con todo, y como con otros debates, deben considerarse con atención los diferentes modelos de producción ganadera. Mientras el modelo tradicional, familiar, extensivo o social es sostenible, el modelo industrial de grandes explotaciones (macrogranjas) es claramente insostenible.
Respecto a la movilidad, los medios de transporte que más contribuyen a la huella de consumo son los turismos diésel, los turismos de gasolina y el transporte aéreo continental. Este tipo de impacto, sin embargo, es más conocido por el público en general.
Es obvio: hay que vivir dentro de los límites del planeta. De los 16 impactos ambientales evaluados, 6 han sobrepasado los límites de seguridad. El cambio climático, la ecotoxicidad del agua dulce, la contaminación del aire y el uso de recursos fósiles son los más desequilibrados
¿Qué hacer? Además de reformas estructurales y cambios desde la producción, hay elementos que pueden modificarse desde la demanda-consumo. Uno de ellos tiene que ver, habida cuenta del peso de la alimentación, con la dieta. Cambios en la dieta que pueden ayudar al planeta.
También se produciría una mejora de los indicadores en el caso de que los electrodomésticos (p.e. neveras, lavavajillas/lavadoras o TV) fueran producidos de manera más eficiente. Con algunas reservas (p.e. materiales necesarios) la mejora tecnológica también es una ayuda.
Es decir, una combinación de medidas desde la oferta y desde la demanda, tomadas en intensidad y velocidad suficiente, podría contribuir a reducir de manera notable el impacto ecológico del actual modelo de producción y consumo, mejorando con ello la calidad de vida.
En suma, este informe del ministerio y la Comisión es el primer documento que analiza con detalle las formas en las que el consumo en España impacta en la salud del planeta y, por ende, en nuestra propia salud. La conclusión parece clara: hay que actuar ya.https://consumo.gob.es/system/tdf/prensa/Informe_de_Sostenibilidad_del_consumo_en_Espan%CC%83a_EU_MinCon.pdf?file=1&type=node&id=1126&force=
Hay otros aspectos que no se consideran en este informe y que tienen que ver con las dimensiones políticas y sociales. Desigualdad, pobreza, poder, etc.. Sobre estos otros temas y más ya hice unos comentarios aquí: https://la-u.org/los-limites-del-crecimiento-ecosocialismo-o-barbarie/