Las ventajas que atribuyo a los trolebuses: Independencia energética y fuerte reducción de costes, de emisiones y de ruido
De pequeño usaba el tranvía para ir al colegio. También había trolebuses y me las ingeniaba para que mi madre me subiese a uno de ellos. Luego desaparecieron porque molestaban a los coches y por otros intereses ocultos.
En 2004 Barcelona recuperó el tranvía y en 2025 se completará la unión de los dos tranvías por la Diagonal proporcionando a la ciudad una fabulosa cantidad de viajeros, con cero emisiones, cero ruido, cero accidentes y a un coste incomparablemente bajo. Una gran suerte para la ciudad.
Soy de los que pienso que paulatinamente Barcelona debería ir expandiendo su red de tranvías, comenzando por la Gran Vía, desde l’Hospitalet hasta Sant Adrià. Tiempo habrá para ir detallando la propuesta.
Pero hasta hoy, pocos han reivindicado la vuelta del trolebús. Aquí va mi contribución.
Las ventajas del trolebús
Con relación a un autobús de gasóleo sus ventajas son enormes. Se alimenta con electricidad, que en toda España es 100% renovable en el sector del transporte, con lo cual sus emisiones climáticas son cero. Es independiente del petróleo y del gas, combustibles fósiles. No contamina porque no expulsa gases tóxicos como el NOx y partículas en suspensión. Es totalmente silencioso y gasta por viajero la cuarta parte de energía.
Con relación a un autobús eléctrico también proporciona grandes ventajas. Su batería es sólo la décima parte de la que necesita uno eléctrico. Al pesar mucho menos, ahorra mucha energía y al estar conectado a la red, permite recuperar la energía de frenado para reinyectarla a la catenaria. Además, evita el gran problema que se presenta cuando se estropea una batería de un autobús eléctrico, porque su substitución cuesta 250.000€ y no necesita los costosos sistemas de recarga rápida al final del línea para cierto tipo de autobuses, los dotados de pértiga de recarga. Cada uno de esos sistemas necesitan una potencia de 1 MW. Y al estar dotado de una reducida batería, el trolebús es capaz de sortear todo tipo de obstáculos desconectándose de la toma aérea de corriente.
La situación del trolebús en Europa
Nada más y nada menos que 212 ciudades europeas tienen redes de trolebuses en sus calles, la mayoría en países del este. Rusia con 85 ciudades encabeza la lista, seguida de Ucrania con 44. Pero en países más similares al nuestro encontramos Suiza, con 13 ciudades, otras 13 en Italia y Chequia, 4 en Francia, además de en Salzburgo, la ciudad de Mozart y Haydn. Y la cifra no para de crecer cada año. Ante la crisis de suministros energéticos que padece Europa, y que no cesará de aumentar en los próximos años, muchos alcaldes miran al trolebús como un sistema que proporciona independencia energética a sus transportes, economía y 100% de sostenibilidad.
Los argumentos de los detractores del trolebús
Los opositores al trolebús se concentran en el sector de la arquitectura. Son los mismos que diseñaron plazas duras porque eran más baratas de mantener y que luego tuvieron que rectificar, añadiendo frondosa vegetación ante la virulencia del cambio climático. Son los mismos que se opusieron a los carriles bici porque afeaban la ciudad. Su opinión, aunque sigue pesando, cuenta mucho menos que diez años atrás.
Su oposición nace de su estrecha visión de que las catenarias estropean el paisaje urbano. Pero cuando pasé una semana en Salzburg pregunté a una decena de ciudadanos si las catenarias les molestaban o les parecían feas y todos ellos me lo negaron. Estaban acostumbrados. Y manifestaban que su ciudad, una de las más bellas de Europa, no disminuía su atractivo por tener este sistema de alimentación en su red de transporte público.
Lo que debe hacer Barcelona
Mi consejo es que, a la vista de las enormes ventajas del trolebús sobre el sistema basado en autobuses, el alcalde Collboni ordene a TMB la realización de un piloto en una de las líneas más cargadas de Barcelona. La línea H6. Sobre esta línea, una vez operativa y monitorizada, los gestores de TMB irán comprobando todas las ventajas que atribuyo a los trolebuses. Independencia energética y fuerte reducción de costes, de emisiones y de ruido. Una bendición para la ciudad.
Saludos cordiales,