El sector agrario es uno de los sectores emergentes de esta crisis Covid 19, ya que ha reforzado la evidencia de que la agricultura es el sector básico que sostiene la vida. También ha ganado el estatus de ser un sector de valor estratégico para la transformación de la sociedad y la economía hacia una prosperidad sostenible. El concepto de alimentos de proximidad, hoy no es únicamente un imperativo ecológico, sino que ha sido incorporado en la estrategia de protección y seguridad nacional. Sin embargo el sector agrario depende de la mano de obra barata y de trabajadores sin apenas condiciones estables o con garantías sociales.

Para garantizar una alimentación sostenible i saludable tenemos que apoyar la producción local i agroecológica con medidas de inversión en este sector a nivel europeo, nacional y local. Esto implica inversión pública en los servicios que apoyen la agricultura agroecológica y de comercialización local, así como el sistema logístico y el sistema de educación agraria

También implica proteger la tierra agrícola en las regiones donde existe presión urbanística y abordar la cuestión de la gestión del suelo y de las tierras abandonadas en las zonas rurales para facilitar el acceso a los jóvenes agricultores que van a garantizar la renovación generacional tan necesaria.

Tenemos que erradicar los obstáculos que siguen favoreciendo un modelo productivista de la agricultura. Estas políticas crean los problemas de sobreproducción que presionan los precios de productos a la baja y que crean la necesidad de exportación a otros mercados, lo cual en muchos casos, ha contribuido a la destrucción de un sistema formado por pequeños agricultores en comunidades del sur. Es el momento de implementar la soberanía alimentaria y así dar a cada localidad el derecho de decidir sobre su suministro alimentario.

También es el momento de revertir la despoblación del campo para garantizar la conservación de los ecosistemas y revitalizar una producción sostenible de los productos alimentarios y la gestión forestal. Los recursos naturales locales pueden proporcionar nuevas oportunidades laborales con criterios de sostenibilidad que han sido menospreciados por la economía de la hiperglobalización y, anteriormente de la colonización, ambas impulsoras de un comercio injusto y ambientalmente destructivo.

Medidas:

A nivel de la Unión Europea

1. Una reforma de la PAC que sea coherente con las nuevas estratégias del pacto verde, “De la Granja a la Mesa” y la de biodiversidad.

La PAC ha de facilitar los mercados agrícolas locales y regionales. Garantizar a los pequeños agricultores y a los trabajadores agrícolas unos ingresos estables y decentes. Una política agraria de la unión ha de basarse en la idea que el/ agricultor/a no es un empresario normal, sino que quien trabaja el campo es responsable de la reproducción de nuestro medio de vida, lo cual significa garantizar el mantenimiento del agrosistema e implica un respeto total a la sostenibilidad y por ello este trabajo debe tener una retribución digna.

2. La finalización de los tratados de libre comercio

Que implican impactos negativos para el medio ambiente por el hecho de apoyar la importación de alimentos con poco control sanitario y medioambiental, sin garantías para el bienestar de los animales y que sigue impulsando un modelo de sobreproducción.

A nivel nacional:

1. Elaboración de planes, figuras de ordenación territorial y acuerdos de custodia del territorio participativos

Para proteger el patrimonio natural y promover las buenas prácticas agrarias, involucrando en el proceso a los agentes locales interesados así como al personal técnico y de investigación; contar con la actividad y punto de vista de las organizaciones de base como figuras de gestión social y sostenible del territorio, así como buscar la cooperación con otros municipios, siendo parte de redes municipalistas (por ejemplo para la generación de sinergias entre Parques Agrarios, cogestión de recursos naturales).

2. Impulsar la creación de empresas públicas de producción primaria y de servicios

Servicios como la gestión de residuos, transformación agroalimentaria, gestión forestal, etc. y acometer cesiones o acondicionamiento de infraestructuras municipales o mancomunadas para su uso público como almazaras, mataderos, espacios de coworking, centros logísticos, obradores y cocinas.

3. Favorecer decididamente la comercialización de alimentos de proximidad y agroecológicos

En todos los escenarios de comercialización, en las centrales de abastos municipales (Mercabarna, Mercamadrid, etc) y en los mercados municipales y/o Lonjas de titularidad pública.