Debemos replantearnos las políticas comerciales, nacionales e internacionales, plasmadas o no en Tratados de Comercio e Inversión (TCI), para que realmente sean beneficiosas para la sociedad, tanto desde el punto de vista económico como ecológico. El Covid 19 nos ha demostrado que para garantizar la salud y la seguridad ciudadana es necesario que nuestro país limite su dependencia exterior, sea en energía o en cualquier necesidad esencial.
Los tratados comerciales no pueden ir en contra del interés general de las sociedades, no pueden firmarse sin el conocimiento de la sociedad y por tanto deben ser transparentes y publicitados por los gobiernos.
Medidas:
1. Abandonar el tratado de la carta de energía
Los mecanismos de arbitraje o negociación entre inversores y Estados no pueden estar al margen de la administración de justicia convencional. En tiempo de pandemia, todavía es más necesario que estos requisitos se cumplan, ya que los gobiernos deberán tomar decisiones para proteger a los ciudadanos y al bien común y no pueden verse maniatados por unos acuerdos tomados en condiciones muy poco democráticas. Por eso, España debe abandonar el tratado de la carta de energía para proteger a sus ciudadanos
2. Paralizar y repensar el acuerdo comercial UE-Mercosur
El Tratado supone la aceleración de la destrucción medioambiental y la crisis climática, el aumento de las violaciones de derechos humanos y de la impunidad y la apuesta por un modelo agropecuario orientado a la exportación con efectos perniciosos sobre los precios en origen de los que dependen los campesinos en la UE y Mercosur que afectará a la producción local de alimentos.