Seguimos en la misma tónica política general de todos los gobiernos las últimas décadas: pocas concreciones y huida hacia delante. Exactamente la política que nos está llevando al desastre.
Àlex Guillamón y Jaume Osete, 09/01/2020
Hace poco más de 5 años, en verano de 2014, salió a la luz un manifiesto titulado ‘Última Llamada‘, que quería ser un toque de alerta y al mismo tiempo un compromiso ante la crisis ecosocial. Entre el listado, en orden alfabético, de sus 258 primeras firmas podemos encontrar algunas figuras políticas actualmente muy relevantes dentro del universo de Unidas Podemos y sus confluencias:
- Ada Colau, activista social pro derechos humanos a la PAH
- Alberto Garzón, economista, diputado por IU
- Joan Subirats, profesor universitario y director del IGOP (UAB)
- Juan Carlos Monedero, politólogo y activista social (Podemos)
- Marga Ferré, coordinadora general de áreas de IU
- Marina Albiol, eurodiputada (IU)
- Pablo Iglesias Turrión, politólogo y eurodiputado (Podemos)
Qué nos decían entonces aquellas personas, referentes en diferentes ámbitos, que firmaban el manifiesto? Veamos algunos de sus fragmentos (las negritas son nuestras):
«Hoy se acumulan las noticias que indican que la vía del crecimiento es ya un genocidio a cámara lenta. El declive en la disponibilidad de energía barata, los escenarios catastróficos del cambio climático y las tensiones geopolíticas por los recursos muestran que las tendencias de progreso del pasado están naufragando.
Ante este reto no bastan los mantras cosméticos del desarrollo sostenible, ni la apuesta por tecnologías ecoeficientes, ni una supuesta «economía verde» que encubre la mercantilización generalizada de bienes naturales y servicios ecosistémicos. Las soluciones tecnológicas, tanto en la crisis ambiental como en el declive energético, son insuficientes. Además, la crisis ecológica no es un tema parcial sino que determina todos los aspectos de la sociedad: alimentación, transporte, industria, urbanización, conflictos bélicos … Se trata, en definitiva, de la base de nuestra economía y de nuestras vidas (…)
Para evitar el caos y la barbarie hacia donde nos estamos precipitando, necesitamos una ruptura política profunda con la hegemonía vigente, y una economía que tenga como finalidad la satisfacción de necesidades sociales dentro de los límites que impone la biosfera, y no el incremento del ‘beneficio privado’ (…)
Atención: la ventana de oportunidad se está cerrando (…) como mucho tenemos un lustro para asentar un debate amplio y transversal sobre los límites del crecimiento, y para construir democráticamente alternativas ecológicas y energéticas que sean a la vez rigurosas y viables. Deberíamos ser capaces de ganar grandes mayorías para un cambio de modelo económico, energético, social y cultural. Además de combatir las injusticias originadas por el ejercicio de la dominación y la acumulación de riqueza, hablamos de un modelo que asuma la realidad, haga las paces con la naturaleza y posibilite la vida buena dentro de los límites ecológicos de la Tierra. «
Un acuerdo de gobierno 5 años después …
Pues resulta que, justamente cuando acaban de pasar los 5 años que estimaba el texto que teníamos para «asentar un debate amplio y transversal sobre los límites del crecimiento», se acaba de constituir un nuevo gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos . Analizaremos brevemente, a continuación, algunos puntos relevantes del acuerdo en que se basa esta coalición.
¿Cuál es el primer punto de este acuerdo ?: «1. Consolidar el crecimiento y la creación de empleo de calidad. Se desarrollará una política económica orientada a potenciar el crecimiento sostenible y la creación de empleo … «
Si este es el primer punto, se entiende que es lo más importante. En él no se cuestiona en ningún momento el paradigma del crecimiento económico como prioridad fundamental, sino más bien lo contrario. Y más adelante se vuelve a incidir en este paradigma, en el punto 4.1. «La revolución digital para impulsar el crecimiento económico«.
Llegados a este punto se amontonan las preguntas: ¿Aquellas personas que firmaron el manifiesto que hemos señalado al principio, han dejado de pensar lo que pensaban en 2014? ¿No han sido capaces de acordar un documento más valiente, que introduzca al menos el debate que pedía el manifiesto que firmaron en 2014? ¿Quizás en este tiempo ha mejorado la situación respecto a las posibilidades de evitar el colapso ecosocial o ha pasado todo lo contrario y las previsiones son cada vez peores? ¿Puede que ahora sí crean lo que Greta Thunberg llamó muy acertadamente los «cuentos de hadas de eterno crecimiento económico»? La primera demanda del movimiento Extinction Rebellion (Rebelión o Extinción) exige que se diga la verdad ¿Os parece que este documento contribuye a esto? ¿Os parece que a una sociedad adulta se le pueden seguir contando cuentos de hadas? Lo dejamos a vuestra consideración.
Siguiendo con el acuerdo de coalición, el apartado número 3 corresponde a la lucha contra el cambio climático. Se desarrollan los conceptos de «la transición ecológica justa, la protección de nuestra biodiversidad y la garantía de un trato digno a los animales«.
Algunos apartados relevantes son los dos primeros, el 3.1 y el 3.2:
3.1. Aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. El objetivo será llegar a 2050 con una generación de electricidad con origen 100% renovable, y entre el 85% y el 95% en 2040.
3.2. Aprobación del Plan Nacional Integrado de energía y clima, reforma del mercado eléctrico y bajada de la factura como principales instrumentos para complementar y desarrollar la ley, estableciendo las sendas a seguir, definiendo el mix energético para el período 2021-2030, haciendo el sistema más justo socialmente y dando certeza a los inversores antiguos y futuros (…)
Aquí podemos ver que, en situación de emergencia climática (declarada hace pocos meses por el propio Parlamento español a propuesta de Unidas Podemos precisamente), los compromisos remiten a 2040 y 2050 (!), Mucho más allá del periodo de gobierno sobre el que realmente se pueden comprometer. Y se deriva la acción a «corto plazo» a un ‘Plan nacional integrado de energía y clima donde se definirá el mix energético para el período 2021-2030. Y aquí no se menciona ningún compromiso. Por lo tanto, seguimos en la misma tónica política general de todos los gobiernos las últimas décadas: pocas concreciones y huida hacia delante. Exactamente la política que nos está llevando al desastre.
Esto nos obliga a todos los agentes sociales y políticos que creemos que estamos realmente ante una emergencia civilizatoria a presionar de forma muy intensa para que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan de Energía y Clima estén realmente a la altura del momento histórico, y asuman la petición de la comunidad científica (IPCC) de «cambios rápidos, amplios y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad».
Finalmente, sobre el texto del acuerdo, es relevante también el siguiente fragmento: 3.8. «(…) Vamos a poner en marcha un esquema de ayudas económicas para el vehículo eléctrico, impulsando el vehículo con energías alternativas y medidas encaminadas a promover la instalación de puntos de recarga en zonas urbanas».
En un artículo de enero de 2019 Antonio Turiel, precisamente uno de los promotores de la ‘Última Llamada’, plantea si con esquemas así «en realidad no se está promoviendo que se subvencione, a cargo del erario público, un medio de transporte reservado a las clases acomodadas (subvenciones directas al coche eléctrico e indirectos por la vía de las estaciones de carga o los privilegios de uso del espacio público). «
Cambiemos el sistema, no el clima
Estas contradicciones nos hacen aún más patente que el problema, con el que nos encontramos para el abordaje político de las decisiones necesarias para afrontar cuestiones como la emergencia climática y ecológica, va más allá de la mayor o menor capacidad, honradez o inteligencia de las personas y los partidos. Todo esto no hace más que evidenciar que desafíos como estos le vienen grandes al sistema político en su conjunto, tal como está concebido actualmente.
Las enormes presiones de los oligopolios y los grupos económicos de interés que se benefician de los negocios fósiles, así como las dinámicas políticas, orientadas al enfrentamiento por el poder en los cortos plazos de las legislaturas, le inhabilitan para poder afrontar retos (y oportunidades al mismo tiempo) del alcance y profundidad que se nos plantean, con la firmeza, la celeridad y la justicia que requieren. Por ello, y para regenerar esta democracia, que hoy tiene poco de real, se hace imprescindible poner en marcha la tercera demanda del ‘Extinction Rebellion’ a escala internacional: el establecimiento de asambleas ciudadanas escogidas por sorteo (en los diferentes niveles de gobierno). Asambleas con asesoramiento experto y sin injerencias de partes interesadas, que propongan, impulsen y supervisen las medidas necesarias en los diferentes ámbitos y en los plazos correspondientes, para que se lleven a cabo con justicia social, climática y ecológica.
Mecanismos como esta antiquísima y a la vez renovada fórmula de democracia social directa, que ya se ha empezado a practicar en varios países para abordar problemáticas estratégicas, nos pueden aportar la altura de miras necesaria y permitir salir de la jaula política que nos impide atender la necesidad de supervivencia digna de ésta y de las próximas generaciones.
* Àlex Guillamón y Jaume Osete son miembros de Rebel·lió o Extinció – XR Barcelona
https://www.elcritic.cat/opinio/acord-psoe-unides-podem-creure-en-contes-de-fades-46615
Traducción: Teresa Abril