Las asambleas ciudadanas ganan terreno

Las ACC suponen un ejercicio de democracia deliberativa exenta de intereses políticos, económicos o corporativos, lo que les permite superar tensiones y reticencias

Jordi Serra i Massansalvador

El pasado sábado, 10 de febrero, terminó la Asamblea Ciudadana por el Clima de Catalunya, organizada por los departamentos de Acción Climática y de Participación de la Generalitat. Después de tres meses de información, asesoramiento, debates, propuestas y enmiendas, los 100 asambleístas escogidos por sorteo aprobaron un total de 48 recomendaciones sobre los sectores agroalimentario y energético. Las propuestas, que no son vinculantes, se han entregado ya a la Generalitat, y ésta se ha comprometido a rendir cuentas de su cumplimiento. Habrá una comisión de seguimiento que velará por que se hagan efectivas.

Sobre energía, las recomendaciones incluyen: impulsar comunidades energéticas, priorizar las inversiones en renovables, minimizar el impacto de instalaciones de renovables en el territorio, sancionar a empresas y municipios que dificulten el despliegue de renovables, ampliar la red de transporte público, facturar la luz por tramos de consumo. En agroalimentación: impulsar el consumo de proximidad, favorecer la venta a granel, promover la dieta mediterránea y reducir el consumo de carne, informar bien y educar sobre alimentación saludable, reducir el consumo de agua en agricultura y reaprovecharla, promover la diversidad de cultivos y el cultivo y consumo de legumbres, redistribuir mejor las ayudas de la PAC, impulsar la ganadería extensiva y reducir la intensiva, promover el pastoreo en el sotobosque.

Las asambleas ciudadanas consolidan así en nuestro país su reconocimiento, por parte de las instituciones, como instrumento político idóneo para impulsar actuaciones que afectan directamente a la ciudadanía. Las ACC suponen un ejercicio de democracia deliberativa exenta de intereses políticos, económicos o corporativos, lo que les permite superar tensiones y reticencias. Los asambleístas establecen diálogos de tú a tú en los que escuchan, hablan y entre todos construyen acuerdos desde su propia experiencia y pensando en el bien común.

Una asamblea ciudadana en el Baix Llobregat


Hoy por hoy, el movimiento asambleísta en Cataluña tiene un futuro esperanzador. Grupos de asambleístas de las ACC de Barcelona y España se han agrupado en la Unión de Asambleas Ciudadanas, un lugar de encuentro de las diversas experiencias; se está creando la Assemblea Catalana para la Transición Ecosocial, una plataforma que reúne a numerosos grupos ambientalistas sobre una base asamblearia; y se están desarrollando dos proyectos interesantes en Cataluña: un encuentro de asambleas ciudadanas de Europa dentro de la Capitalidad de la Democracia que este año ejerce Barcelona y una nueva asamblea ciudadana por el clima en el Baix Llobregat, a partir de las demandas del territorio. Hay lugar, pues, para el crecimiento de la democracia deliberativa como sistema político alternativo en nuestro país.

https://catalunyametropolitana.cat/2024/02/13/les-assemblees-ciutadanes-guanyen-terreny/?fbclid=IwAR1lBuiOL_FpMGb-Ynj_8JsrD9L59b4U63L3qMY3s5ioFzgs-Ur21l34nAA

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