Se recicla menos del 10 por ciento de todo el plástico, una tasa que se ha mantenido estancada incluso cuando la producción se ha disparado. © Biju BORO / AFP
París (AFP)
Investigadores de la Universidad de Tsinghua en China afirman que la tasa de reciclaje apenas ha variado, a pesar de que la producción de plástico se ha disparado, lo que plantea un «acuciante reto medioambiental mundial».
Sus conclusiones, publicados en la revista Communications Earth & Environment, llegan mientras las naciones se preparan de nuevo para conseguir un tratado contra la contaminación por plásticos, después de que la última ronda de negociaciones no lograra alcanzar un acuerdo.
Se ha encontrado plásticos en las profundidades de los océanos más remotos y en la nieve de las montañas más altas, y se han detectado diminutas partículas en la sangre y en la leche materna.
Sin embargo, a pesar de la creciente preocupación internacional, ha habido «una notable falta de análisis exhaustivos de los plásticos a lo largo de su cadena de suministro», escribieron Quanyin Tan y sus colegas.
Para solucionarlo, recurrieron a estadísticas nacionales, informes industriales y bases de datos internacionales para crear el primer análisis mundial detallado del sector de los plásticos en 2022, desde su fabricación hasta su eliminación.
Los autores descubrieron que sólo el 9,5% de los 400 millones de toneladas de plástico nuevo en 2022 se produjeron a partir de materiales reciclados.
«La tasa mundial de reciclaje se mantuvo estancada… lo que refleja una escasa mejora respecto a años anteriores», escribieron los autores.
El resto se produjo a partir de combustibles fósiles, predominantemente petróleo y gas, lo que demuestra «poco progreso» a la hora de abordar las preocupaciones ambientales relacionadas con la producción de plásticos.
«La alta dependencia de las materias primas fósiles para la producción de plásticos comprometerá aún más los esfuerzos mundiales para mitigar el cambio climático», escribieron los autores.
Obstáculos al reciclado
La contaminación con alimentos y envases dificulta el reciclado de algunos plásticos, mientras que la diversidad y complejidad de los aditivos de los materiales supone otro obstáculo.
Pero existe otro obstáculo puramente económico: a menudo resulta más barato fabricar plástico nuevo o «virgen» que reciclarlo.
«Esta barrera económica desincentiva la inversión en infraestructuras y tecnología de reciclado, perpetuando el ciclo de bajas tasas de reciclado», escribieron los autores.
Identificaron que los Estados Unidos, el mayor consumidor de plástico per cápita, tiene uno de los índices de reciclado más bajos, con sólo un 5% de reutilización.
También señalaron un «cambio significativo» en la eliminación global de residuos, con un descenso de los vertederos y la incineración de alrededor de un tercio de los residuos plásticos.
Los vertederos siguen siendo el principal destino de la mayor parte de los residuos plásticos, representando el 40% del total mundial.
Sin embargo, la incineración «se está convirtiendo en el método más practicado para gestionar los residuos plásticos», y la Unión Europea, China y Japón registran las tasas más elevadas.
Sin embargo, el estudio no tuvo en cuenta «el papel significativo» de los sistemas informales de eliminación de residuos, que podrían afectar a la tasa global de reciclaje, señalaron los autores.
En septiembre, otro estudio publicado en Nature por investigadores de la Universidad de Leeds concluyó que la quema de plásticos en vertederos y hogueras era tan problemática para el planeta como tirar basura.
Ese estudio decía que la quema de plástico de manera informal, sobre todo en países más pobres donde no existen alternativas, propaga el plástico en el medio ambiente, empeora la calidad del aire y expone a los trabajadores a sustancias químicas tóxicas.
Los autores del estudio más reciente dijeron que esperaban que su investigación «apoyara las negociaciones» para un primer tratado mundial sobre el plástico, que se reanudan en agosto en Ginebra tras el fracaso de la última ronda.