Las enseñanzas de la crisis del coronavirus

La crisis provocada por el coronavirus debería obligarnos a revisar nuestro modelo de sociedad.

Pau Noy Serrano – 06/04/2020

La situación en todo el mundo, a raíz del confinamiento mundial provocado por el coronavirus, prueba claramente a mi modo de ver que debemos revisar con celeridad nuestro modelo de producción y de consumo, y la gobernanza mundial. Parece que hay cierto consenso en la idea de encontrar nuevos modelos económico y de gobernanza. El modelo de producción y consumo, basado en la doctrina neoliberal, nacido en los años 80 del siglo pasado, según el cual el mercado es el mejor sistema de asignación de recursos, ha quedado seriamente tocado.

Ha sido suficiente que un virus haya provocado un grave trastorno en el esquema de producción y consumo de todo los países del mundo para demostrar su clara vulnerabilidad ante una crisis global que, ahora ha tomado forma de infección por un virus, pero que mañana puede tomar otra cualquiera, por ejemplo como el cambio climático o de la aparición de una nueva pandemia.

Lo que hemos aprendido de esta crisis

Sin mucha distinción de países, las lecciones que nos ha traído esta crisis son bastante claras.

1. Faltan instituciones de gobernanza mundial. Problemas de hoy en día como los de salud pública, el cambio climático, la deslocalización de empleos o inmigraciones por diferentes causas, sólo se pueden solucionar con un enfoque común y esto sólo puede hacerse desde una gobernanza mundial. El sistema vigente de las Naciones Unidas pensado para evitar la confrontación, ahora superado, entre bloques que otorgaba derecho de veto a las potencias ganadoras de la segunda guerra mundial, ha quedado claramente obsoleto.

2. Falta avanzar en el proyecto de integración europea. La falta de una respuesta común a escala europea ante un virus que no distingue fronteras nos dice claramente que nuestra Unión Europea carece de las instituciones de gobierno adecuadas para resolver problemas globales. No ha habido una respuesta europea articulada a la propagación de la pandemia ni tampoco a las necesidades de las finanzas públicas de los países del sur, especialmente, pero no únicamente, España e Italia.

3. La idea de que determinados servicios públicos deben funcionar mejor bajo gestión privada está en quiebra estrepitosa. El dogma neoliberal afirmaba que muchos servicios públicos proporcionaban mejor rendimiento social gestionados desde una empresa privada, con o sin concesión. Hemos visto la absoluta incapacidad del sistema privado de salud para dar respuesta a la pandemia y ha tenido que ser el sistema gestionado directamente por las instituciones públicas quien se haya encargado de rescatar a la ciudadanía de la gravedad de la situación.

4. Los recortes en servicios esenciales, como la sanidad, aparecen como un error con gravísimas consecuencias. En España, los recortes de gobiernos anteriores, amparados por el dogma de los recortes impositivos y las políticas de déficit cero, han demostrado su crueldad. Todo el mundo recordará en Cataluña el debate sobre la reducción del impuesto de transmisiones que alguien tuvo la ocurrencia de bautizar como el impuesto de la muerte. Esta disminución importante de los ingresos públicos fue uno de los motores -aunque no el único – de los recortes. Mientras Alemania mantuvo sus servicios hospitalarios y sociales aquí los redujimos. Hemos visto los resultados. Resulta paradójico que la reducción del impuesto que alguien bautizó como el impuesto de la muerte, haya acelerado ahora la muerte de muchas personas en Cataluña.

5. La idea de que el mundo está organizado como un supermercado mundial también ha entrado en quiebra. Europa ha tenido que ponerse a fabricar equipos sanitarios ante el proceso de acaparamiento a escala mundial. Pero también muchas fábricas han debido suspender la producción ante la falta de materiales o piezas que se producían en otro confín del mundo. De repente, los gobiernos han descubierto horrorizados el valor de la producción local que en mi juventud disfrutábamos en Europa.

6. Se ha revalorizado extraordinariamente el concepto de producción y comercialización de productos agrarios de proximidad. Estos días hemos entendido la importancia del el sector de producción de alimentos. Nunca como ahora, la población ha valorado la tarea esencial que hacen nuestros agricultores en asegurar la provisión de alimentos. La producción kilómetro cero no sólo es un imperativo ético y ecológico, sino que ha devenido una necesidad estratégica. La globalización se produce de forma natural, como consecuencia del progreso de los elementos que la hacen físicamente posible, pero ha quedado claro que globalizar la producción acaba teniendo peligrosas consecuencias.

7. El tabú de implantar una renta básica universal, que según el dogma neoliberal debía generar un ejército de ociosos y parásitos, se ha hundido como un castillo de naipes.Desde todos los frentes de la política aparecen propuestas que ,con mayor o menor fortuna, apuntan a la necesidad de implantar una renta básica para proteger a la población.

8. Los países han mostrado su vulnerabilidad ante el abastecimiento energético, basado fundamentalmente en el petróleo. La crisis de demanda provocada por el Covid 19 ha hecho caer el precio del barril de petróleo por debajo de los 30 USD $. En los USA, la bajada del precio internacional de petróleo ha situado el sector del fracking, mimado por la administración norteamericana, literalmente de rodillas. Una crisis de producción o de oferta, de signo contrario a la actual, podría bloquear las economías de la mayoría de países al encarecer el petróleo por encima de los 150 USD $ barril, tal como hace poco aventuraban algunos analistas.

9. Las finanzas públicas han entrado en una situación de emergencia como consecuencia de una reducción de los ingresos y un aumento desde los gastos para hacer frente a las nuevas situaciones derivadas de la pandemia. Aparece como indispensable algún tipo de reforma fiscal –mejor en la escala europea– que refuerce las finanzas públicas y una coordinación para garantizar una financiación de los países a escala europea (Coronabonus).

De momento, estas son mis impresiones.

Saludos cordiales

http://blogs.lavanguardia.com/cambiar-para-seguir-viviendo/2020/04/06/las-ensenanzas-de-la-crisis-del-coronavirus-33381/

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