Para que la sociedad y la economía se adapten al cambio climático es preciso cambiar el mercado con nuevas reglas
Según la última encuesta del Banco Europeo de Inversiones sobre el clima, el 76% de los españoles entrevistados consideran que ya sufren en su vida diaria los impactos del cambio climático. Aunque la preocupación por la pandemia y sus efectos ha desplazado a la de los desafíos del clima, un 64% cree que la economía debe reorientarse para combatir el calentamiento y el 79% estaría a favor de medidas más estrictas que obliguen a los ciudadanos a cambiar sus comportamientos para hacer frente al cambio climático.
“La sociedad española está más concienciada sobre la gravedad de los impactos ambientales, pero lo que ha demostrado la borrasca “Filomena” y la pandemia de la Covid-19 es que España no está preparada para enfrentarse al cambio climático. El propio concepto de recuperación verde, o giro verde de eléctricas, gasistas, petroleras y bancos, se circunscribe a una operación de marketing dirigida a mejorar el valor reputacional y posicionarse en el mercado ante futuras operaciones corporativas o la recepción del fondo europeo de recuperación”
Que los grandes fondos de inversión extranjeros aumenten su penetración en el sector energético es un signo preocupante de que la rentabilidad y no la sostenibilidad sigue siendo el principal objetivo de la inversión energética. Se fomenta así la extracción de rentas que se detraen de la riqueza del país para sostener una energía cara, a costa de la soberanía energética.
Tampoco las administraciones públicas son coherentes en sus políticas climáticas por carecer de una visión global y coordinada del medio ambiente.
“Se necesita rediseñar el modelo urbano, la edificación, el transporte y la calefacción; cambiar la regulación eléctrica, el recibo de la luz, facilitar las funciones de eficiencia energética de los contadores inteligentes, las comunidades energéticas locales y la agregación de la demanda; establecer una fiscalidad que incentive el ahorro y la descarbonización y no el mayor consumo y las emisiones”
La recuperación solo será verde si empezamos a escuchar lo que dicen los biólogos y si los modelos de crecimiento se acompañan no solo del análisis de la demanda energética sino también del estudio de los ecosistemas y de la biodiversidad. Un crecimiento que acelere el cambio climático será un fracaso económico y, sobre todo, social.
5 reglas para cambiar el mercado energético
La relación entre la energía, la biodiversidad y la salud ha de entrar en los balances económicos y en las políticas de las administraciones públicas para impulsar un cambio en los comportamientos individuales. La protección del clima y del medio ambiente es una obligación que los gobiernos deben imponer a las empresas energéticas.
Para que la sociedad y la economía se adapten al cambio climático es preciso cambiar el mercado con nuevas reglas:
- Aceptar que el primer problema es el medio ambiente y los límites del planeta frente a un modelo de crecimiento que supera la capacidad de los recursos naturales del planeta.
- El modelo energético no puede dedicarse únicamente a generar rentas sino a generar riqueza protegiendo los ecosistemas, la biodiversidad y promoviendo el desarrollo local.
- La energía más barata y limpia es la de proximidad, es decir, la generación distribuida en cada centro de consumo. Es la que mejor optimiza la eficiencia energética y la gestión inteligente de la demanda con el control del consumidor.
- Coherencia de las políticas públicas. El clima es un problema global que requiere la colaboración de todas las políticas sectoriales, principalmente las que afectan a los sectores que más energía consumen y más emisiones producen, para impulsar las actividades basadas en energías renovables y en la economía circular, sin emisiones ni residuos.
- Cambiar las prioridades del mercado energético dando un valor al ahorro de energía, que facilite a los consumidores el acceso a los instrumentos de eficiencia energética en todos los usos de la energía, abriendo la competencia y aplicando los derechos que las leyes europeas reconocen al consumidor activo.
Las nuevas tecnologías de generación y eficiencia energética hacen posible que la energía ya no se base en mercados y consumidores cautivos sino en mercados de consumidores o clientes activos, tal como los definen las directivas europeas.
El modelo energético que se desarrolla en gran parte del mundo se apoya en los recursos energéticos distribuidos y las aplicaciones inteligentes para la gestión de la demanda con el control de consumidor.
https://www.tendenciasenenergia.es/recuperacion-verde-cambiar-mercado-energetico/6062