Si el 98% de la oferta de alquiler de España es privada, lo que hay que hacer es llegar a acuerdos con ellos. Me parece un error diferenciar entre el pequeño tenedor y el gran tenedor. Los acuerdos se tienen que hacer con todos, sin distinciones
La economista Carme Trilla lleva toda una vida dedicada a estudiar el sector de la vivienda en Cataluña. Con un largo recorrido en políticas de vivienda, tanto en ámbito público (secretaria de Vivienda de la Generalitat de Cataluña entre 2003 y 2010 y responsable de la Ley 18/2007 de Derecho a la Vivienda), como en el ámbito privado (desde la Fundación Hàbitat3), Trilla también es presidenta de Observatorio de la Vivienda de Barcelona (O-HB), un organismo en el que participan Ayuntamiento, Área Metropolitana (AMB), Diputación y Generalitat, creado para disponer de una base de datos, hasta ahora inexistente, con la que poder diseñar políticas ajustadas a necesidades reales a la vivienda de Barcelona y toda su provincia.
La experta habla con idealista/news sobre cómo ha evolucionado la vivienda en España en los últimos 15 años, si se ha sumado o no vivienda asequible, cómo han sido los últimos ocho años en Barcelona con Ada Colau al mando, o cuáles son las soluciones que propone para empezar a crear un parque sólido de vivienda pública.
Imaginemos que soy una persona que no sabe nada de inmobiliario. Cómo me explicaría cuál es la situación actual de este sector en España
Estamos viviendo un problema importante de dificultad de acceso a la vivienda, especialmente en las zonas más urbanas y metropolitanas, donde tenemos mucha demanda y necesidad de vivienda a unos precios asequibles, y una insuficiencia de oferta adecuada para familias y jóvenes que se quieren emancipar. Este es el problema fundamental.
¿Y si hacemos zoom en Barcelona, cómo está el sector?
Pues es una de las zonas más críticas debido a que la insuficiencia de oferta, respecto a una demanda muy importante, hace que los precios se haya disparado una barbaridad, tanto en compra como alquiler. Y el alquiler continúa siendo la primera opción para las personas que quieren acceder al mercado de la vivienda y que no tienen pulmón financiero para comprar.
Barcelona, concretamente, viene de 8 años tras el mando de Ada Colau, la enemiga pública del sector inmobiliario. ¿Qué herencia cree que deja?
No es tanto de que haya habido un gobierno de unas características concretas, sino que desde 2009 hemos estado muy marcados por el problema de los desahucios y la herencia de la crisis de 2008. Esto ha hecho que haya una serie de administraciones públicas han tenido que hacer frente a las emergencias y destinar esfuerzos a ayudar a las familias que perdían su vivienda, que es lo más grave que le puede pasar a alguien.
“No es suficiente atacar a las emergencias habitacionales: hay que hacer un trabajo de fondo”
La política de vivienda ha estado focalizada en la emergencia, dejando de lado proveer a la sociedad de nueva vivienda asequible. Y ahora hace falta una política de profundidad, de negociar con el propietario y de focalizar el daño estructural y solucionarlo. No es suficiente atacar a las emergencias habitacionales: hay que hacer un trabajo de fondo.
¿Ha hecho tanto por la vivienda pública y asequible como ella cree que ha hecho, o con los números en la mesa se rompe el mito?
Yo lo que puedo decir es que las cifras de Barcelona son bajas, igual que lo son el conjunto de Cataluña, pero también de España. La vivienda de protección oficial ha desaparecido. Tenemos que volver a poner en marcha la maquinaria. Ha habido un desenfoque y una distorsión de lo que es producir vivienda pública en Barcelona, pero también en otras ciudades.
Collboni le ha encargado la tarea de enmendar uno de los mayores ‘logros’ del mandato de Ada Colau, la reserva del 30% para vivienda pública en nuevas promociones y rehabilitaciones. ¿Cómo avanza?
Hemos hecho un trabajo de campo en los últimos tres meses de 2023 y creo que se ha creado un documento muy consensuado con todas las organizaciones que tienen que construir vivienda. Ahora está en la mesa del alcalde, y es el quien debe decidir como lo negocia con todos los actores involucrados en la producción de vivienda en Barcelona. Tirará adelante, pero con modificaciones que lo harán más ágil y viable, y que creemos que será un acuerdo en consenso entre todos.
Se habían propuesto muchas modificaciones para que la reserva del 30% en nuevas promociones fuera viable de distintas maneras, pero para llevarlos a cabo había temas de dificultad de carácter urbanístico que solucionar, ya que una de las propuestas era que si no se hacía la reserva en una promoción, se podía hacer en otra de la misma zona geográfica, y eso exigía un planeamiento urbanístico muy complicado, por lo que hemos intentado simplificarlo. Y también se está pensando en un organismo que pueda colaborar con los promotores para que, si no se puede hacer ese 30% en un sitio, se pueda hacer en otro y poder seguir respetando plazos. La idea es que sea algo sencillo y eficiente, pero sobre todo que ayude a sumar vivienda pública y asequible.
El objetivo del nuevo acalde es “movilizar todo el suelo posible”. ¿Cómo se consigue?
Es difícil, ya que los procesos de desarrollo urbanísticos son lentos. Este es el tema más preocupante, conseguir que haya mayor celeridad en todos los procesos de desarrollo del suelo, permisos de licencias urbanísticas… hay un trabajo importante que hacer para dar credibilidad a los objetivos que se plantean.
“La vivienda de protección oficial ha desaparecido”
¿Qué opina de la afirmación “el alquiler sube más donde hay pisos turísticos”?
No estoy de acuerdo. Desde 2017, desde el Observatorio Metropolitano de Barcelona venimos diciendo que la subida de los precios se debe a una insuficiencia de oferta. Evidentemente si en un lugar concreto las viviendas se destinan a alquiler turístico, influirá en que se reduzca la oferta. Pero desgraciadamente la voluntad de subir los precios viene condicionada a que haya mucha demanda, y es lo que está ocurriendo.
¿Cree que la ideología de Colau ha contaminado al resto de España y ha roto, de alguna manera, la tendencia de apostar por el alquiler de manera más cultural frente a la compra?
Ahora en España ya se habla de alquiler, y está aceptado. Ha cambiado la dinámica de nuestro país, ya que antes se pensaba que el acceso a la vivienda solo existía a través de la compra. Ahora hemos visto que, después de la experiencia de la burbuja inmobiliaria y las pocas facilidades financieras, ha habido una retracción en la decisión de comprar vivienda y ha rebotado en una fuerte voluntad de alquilar. Si que es cierto de que la idea de que hace falta alquiler, y asequible, es contradictorio con medidas que puedan impactar en la oferta de alquiler.
¿Cuál cree que es la solución, a nivel estatal, para acabar con el problema de la vivienda y que sea mucho más accesible?
Soy partidaria de la concertación. Todo lo que son medidas sancionadoras, coercitivas, me parecen un mal sistema, excepto para comportamientos que se consideren realmente rechazables o delictivos. Sino, lo que hay que hacer es que el sector publico concierte con el privado. Si el 98% de la oferta de alquiler de España es privada, lo que hay que hacer es llegar a acuerdos con ellos. Me parece también un error lo de pequeño tenedor y gran tenedor, y creo que los acuerdos se tienen que hacer con todos, sin distinciones. Y dar garantías de que si alquilas una vivienda, el precio sea el adecuado. Dar facilidades que enfríen el mercado usando los índices de precio. Hay muchas alternativas a la realidad que vive el sector.
¿Qué opina del tope al 3% de las rentas en la renovación de los contratos de alquiler?
Lo veo bien. Viene todavía heredado de la pandemia y la situación de crisis. No creo que el problema de la oferta venga de que se nos diga que no se puede subir el precio más de un 3%. Estamos hablando de que venimos de unos alquileres que ya son altísimos. Y más si tiene una correlación con el IPC, que es más o menos un 3%.
“Las sanciones a los propietarios me parecen un mal sistema para solucionar el problema del alquiler”
¿Y del tope a los precios que establece la Ley de Vivienda?
Otra cosa muy distinta es lo del control de alquileres, y entramos en un terreno en el que el propietario no va a poder subir nada el precio a partir de 2025. Si esto se llegara a un acuerdo sobre cómo se definen los índices de precios, y se tuviera en cuenta todas las casuísticas, pues podría funcionar. Hay que tener en cuenta que puede no valer lo mismo dos viviendas que estén en el mismo edificio, ya que una puede estar reformada y la otra no, por ejemplo. Y esto es algo que llevó a una distorsión en el mercado cuando se planteó en Cataluña.
Usted preside la fundación Habitat 3. ¿Cuál es su objetivo?
Es una fundación que acaba de cumplir diez años para buscar y crear viviendas para los colectivos más vulnerables. Estamos enfocados a la población con ingresos más bajos. Tenemos dos tipos de programas: uno en convenio con ayuntamientos y otro con entidades sociales. Nosotros lo que hacemos es buscar vivienda del parque existente que nos ceden los propietarios para que se las alquilemos a personas con necesidades, o bien promociones que compramos nosotros gracias a mecanismos como el tanteo y retracto.
En la práctica, nosotros pactamos un precio ajustado con el propietario, dándole garantías totales de cobro y recuperación de la vivienda en perfecto estado. El ayuntamiento decide qué familia va a vivir en esa vivienda y cubre el diferencial entre lo que puede pagar la familia y lo que se pacta con el propietario.
2 respuestas
Me parece una entrevista algo distorsionada por parte de la periodista que va a «cargarse», como sea, a Ada Colau, que siempre ha luchado por el derecho a la vivienda.
Afortunadamente Carne Trilla responde con inteligencia y no cae en la burda trampa.
Una lastima el bajo nivel periodístico que tenemos!
Hola Adela, estamos totalmente de acuerdo con tu crítica del artículo.
Gracias por el comentario.