Jordi Garriga Riu
RENOVEM-NOS es un grupo independiente que reúne a profesionales de renombre en diversas áreas (economistas, geógrafos, empresarios, ecólogos, ingenieros, periodistas, etc.) que últimamente ha estado muy activo en el debate para acelerar la transición energética en Cataluña. Sergi Nuss y Jordi Vilardell son miembros.
El nuevo Decreto ley 12/2025, sobre energías renovables, recoge algunas de vuestras reivindicaciones, como la incorporación plena del concepto de interés público superior.
Sergi Nuss: Cataluña ya ha adoptado un marco europeo que ya estaba establecido. Nos informa a toda la sociedad que la energía es una cuestión crítica y que, por tanto, si no hay un desequilibrio muy claro entre el interés social y ambiental y el energético, prevalecerá éste, porque es una inversión tanto para mitigar el cambio climático como para garantizar un suministro energético que necesitamos.
También valorais que el decreto refuerce aspectos como la transferencia de autorizaciones y la participación del sector público.
SN: El decreto anterior abría la posibilidad, a escala local, de que quien quisiera pudiera invertir en proyectos de renovables hasta un 20%. Una cierta falta de confianza hacia la transición energética ha hecho que en muchos proyectos no haya habido inversión local. La fórmula de superar el bloqueo fue abrirlo más allá del ámbito estrictamente local, a escala comarcal. Esto tiene sentido en un territorio como Cataluña, policéntrico. En mi caso, Banyoles, puede que no haya un gran proyecto en el casco urbano, pero si hay alguno en uno de los municipios de la comarca, gente de Banyoles que quiera participar, podrá hacer autoconsumo comarcal. También es importante que la pública «La Energética» puede entrar a invertir en cualquier proyecto de toda Cataluña. Así, el sector público puede tener mayor fuerza en el mercado energético. Y esto da pie a que los proyectos tengan más argumentos para ser ambientalmente más respetuosos.
En el decreto esta bien previsto el almacenamiento.
SN: Era una cuestión pendiente, no estaba regulado en Catalunya, y ahora el decreto y la ley de urbanismo lo incorporan como infraestructura equiparable a los proyectos renovables. Es coherente que se rija por la misma normativa. Será la vía para que la situación que ahora sufrimos de canibalismo de precios pueda modularse.
¿Creéis que queda como cuestión pendiente una planificación territorial más robusta?
Jordi Vilardell: Es que no ha habido mucha planificación, en transición energética. Venimos de unos años en los que todo ha estado muy abierto a los proyectos de las empresas, sin tener presente la capacidad de la red para absorber. Esto ha generado estrés en el territorio, con municipios que de repente tenían previstos cinco megaproyectos, cuando el punto de conexión sólo daba para uno. Esto nos lo habríamos podido ahorrar con una planificación más ordenada.
Como carpeta pendiente de país estan los presupuestos de carbono.
JV: Los presupuestos de carbono vienen definidos por la ley de cambio climático y representan el carbono que podemos seguir quemando, las emisiones de CO2 que podemos seguir haciendo, antes de superar los límites de temperatura que la ciencia dice que no podemos sobrepasar. El primero han sido los 1,5 ºC que ya estamos empezando a superar y el segundo son los 2 ºC que parece que podemos superar alrededor del 2050. Es como el presupuesto de una empresa o una familia: si tienes mil, no puedes vivir como si tuvieras cinco mil. Los presupuestos de carbono en Cataluña se han hecho tarde, aún no se han aprobado, y desde Renovem-nos proponemos que se hagan en todos los ámbitos de la administración y en las empresas. Toda actividad que consume energía, que es cualquiera, debería pensar que, dado que hay que llegar a cero emisiones de acuerdo con los compromisos del Acuerdo de París en 2050, debemos ir reduciendo. Mi empresa, mi ciudad, mi país, debe reducir a una velocidad que, según las estimaciones del comité de expertos del Parlament de Catalunya, debería ser, a nivel global del país, del 8% anual. Pensad que durante la pandemia la reducción global fue del 6%, y hace falta todavía un poco más, cada año.
En torno al Plan Integral de Energía y Clima de Cataluña 2030 (Pinnecat), identificáis barreras como la planificación urbanística.
SN: El Pinnecat debería ser consistente con los presupuestos de carbono. Si el comité de expertos ha realizado una estimación de las emisiones de aquí al 2050, y según la ley del cambio climático debe dividirse en períodos de cinco años, los primeros cinco años, el período de aplicación del Pinnecat, debería seguir esta tendencia de ajustarse a los presupuestos de carbono. Al ser un período corto, es necesario realizar un esfuerzo en la transición energética, como la descarbonización de la electricidad, de la movilidad, de los consumos térmicos en la industria o las viviendas. Todo esto es lo más inmediato, pero a más largo plazo existen instrumentos que tienen que ver en cómo hemos concebido el país hasta ahora: el Plan Territorial General de Cataluña, el Plan de Infraestructuras del Transporte o los Planes Territoriales Parciales. Si no entendemos que debemos reimaginar el país para que los próximos quinquenios, 2030-2035-2040, ya enfoquen al país de acuerdo con los presupuestos. Con las herramientas actuales, vamos en dirección contraria, necesitamos una revisión de la planificación.
Cuando habláis del Plan Territorial Sectorial para la Implantación de las Energías Renovables (Plater), decís que hay que encontrar el “equilibrio complejo”.
SN: El PLATER tiene dos líneas, la del corto plazo y la del largo plazo. A lo largo, en el conjunto del territorio, sabemos que debemos implantar tantas renovables y queremos saber cuáles son las áreas menos problemáticas para ello. «El Plater» analiza el territorio a partir de 80 capas, de contenido territorial, cultural, ambiental, social, para identificar los lugares donde existe menos conflicto y donde es más óptimo en términos de infraestructura de renovables. Pero existe el corto plazo, lo que la norma europea llama las “zonas de aceleración”, que son las zonas en las que debería poder desplegarse renovables en 12 meses. Una vez aprobado el Plater, debemos saber dónde se reúnen las mejores condiciones para desplegar lo que necesitamos hasta 2030. Esto se estima que es el 0,5% del territorio. Ahora que todavía se está formulando, es el momento de iniciar negociaciones con ayuntamientos para que estas áreas que permiten la aceleración sean las que se vayan desarrollando más rápido. Hay que tener en cuenta que estamos a un 20% de la eólica prevista para 2030 ya un 17% de la fotovoltaica. Hay que apresurarse.
¿Qué trascendencia pueden tener los sumideros de carbono?
JV: Los sumideros sirven para compensar parte de las emisiones. En Cataluña, lo que tenemos como sumideros son las zonas de bosques, aunque ahora han reducido la capacidad por los problemas de sequía. Debemos reducir la masa forestal porque existe un exceso de consumo de agua por parte de los bosques. Los sumideros que tenemos están lejos de las emisiones directas que hacemos, además están las indirectas de productos importados de fuera.
SN: Es fundamental que se cree el inventario de sumideros naturales, sean bosques, ecosistemas acuáticos o incluso cultivos, para captar emisiones, pero debemos entender que, a medida que nos vamos calentando, van perdiendo esta capacidad de sumidero. Como ha señalado el CREAF, en los últimos 30 años, los bosques catalanes han perdido un 17% de capacidad de sumidero. Los bosques son, cada vez más vulnerables, así que o intervenimos para que estos sumideros recuperen un mínimo de capacidad de adaptación para resistir ciertas temperaturas y poder absorber CO2 o en algún momento se convertirá en la tormenta perfecta en la que la humedad y la temperatura te llevan a un megaincendio. Deberíamos empezar a modelizar donde de Cataluña hay más números que se deserticen los cultivos y bosques con menor capacidad de supervivencia en determinadas condiciones.
Una fiscalidad progresiva del carbono, ¿es difícil de asumir?
JV: Todavía no hemos cerrado la idea de organizarnos a partir de los flujos libres de capital. Aquí, el lobby empresarial que funciona con mentalidad del siglo XX todavía empuja por hacer cosas que van en dirección contraria. Aún es el pensamiento económico dominante pero, cuanto más va, hay empresas, administraciones y ciudadanos que tiran de una economía del siglo XXI, en la que la fiscalidad verde debe ser una herramienta importante. La fiscalidad es la principal herramienta de la política, de los estados, para generar civilización, para procurar el equilibrio social y territorial.
¿Qué habrá que hacer en estrategias de adaptación al cambio climático?
J.V.: Debemos entender que es necesario reducir las emisiones, porque es el origen del problema. A partir de cierto grado de calentamiento, la adaptación ya no es posible. Como que en cuatro décadas no hemos logrado reducir las emisiones a escala global, ya vemos que en 2050 iremos a los 2 ºC, que ya es la segunda línea roja que no deberíamos superar. En un país como Cataluña, es prioritario ver qué infraestructuras debemos garantizar que sean resilientes para soportar los impactos que vendrán en forma de rachas de levante, oleadas de calor, sequías. ¿Tenemos las infraestructuras de energía o de comunicaciones y telecomunicaciones a punto? ¿Las infraestructuras hospitalarias están adaptadas a los cortes de luz? ¿Las escuelas están adaptadas a las olas de calor que vendrán? Todo esto no puede quedar en planes opacos de las instituciones que correspondan, porque hablamos de un impacto en toda la sociedad. Si existe un corte de luz, afecta a todos los individuos y empresas. La transición de la red eléctrica debe ser algo monitorable por todos. En cuanto a los bosques, los bomberos nos alertan de que, por nuestra cantidad de masa, puede ocurrir que un año se nos queme medio Pirineo, como ha ocurrido en Chile o California. Debemos gestionar los bosques para todo lo que venga. Por lo que se refiere a las ciudades, la adaptación es muy deficiente, y estudios científicos como uno reciente de Nature dicen que el 70% de las ciudades tienen planes ineficientes contra el cambio climático, con áreas amplias que son islas de calor.
https://www.elpuntavui.cat/economia/article/18-economia/2547791-hem-de-fer-pressupostos-de-co2-a-tots-els-ambits.html
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PERFIL – La acción urgente
Como los otros miembros de Renovem-nos, Jordi Vilardell y Sergi Nuss piensan que hay que apresurarnos. Jordi Vilardell Gómez es periodista de TV3 especializado en emergencia climática y biodiversidad y presidente de Renovem-nos. Ha sido uno de los impulsores del Monitor de Emisiones de Cataluña, proyecto técnico independiente que anticipa los datos sobre la cantidad de CO2 que Cataluña emite en la atmósfera. Sergi Nuss Girona es doctor en geografía y medio ambiente por la Universidad de Girona, y desde 2015 ejerce de investigador y docente en el Departamento de Geografía, como miembro del grupo de investigación Análisis y Planificación Territorial y Ambiental. Es coordinador de campañas de Renovem-nos. En esta asociación, encontramos nombres como los del ecólogo Jaume Terradas, el geógrafo Martí Boada, la meteoróloga Carme Llasat, el socioecólogo Ramon Folch, la economista Mar Reguant, la empresaria Mònica Roca y el deportista Kilian Jornet.