Nuestro llamado a una política monetaria responsable
El Banco Central Europeo (BCE) desempeña un papel fundamental en la configuración de nuestra economía. Sin embargo, su política monetaria actual sigue respaldando un modelo económico basado en los combustibles fósiles.
El BCE está concluyendo ahora una revisión crucial de su estrategia de política monetaria. Aunque este proceso ha tenido lugar a puerta cerrada, su resultado es de suma importancia.
Los impactos climáticos —como las olas de calor, las sequías y los shocks en los precios de los combustibles fósiles— ya están impulsando la inflación y amenazando la estabilidad financiera. No se trata sólo de cuestiones ambientales, sino de riesgos económicos y financieros que dificultan cada vez más que el BCE cumpla con su mandato de mantener la estabilidad de precios y proteger el sistema financiero.
Desde la firma de un documento conjunto en Enero de 2025, cuarenta y una organizaciones de la sociedad civil han instado al BCE a asumir su responsabilidad e integrar la estabilidad ambiental en el centro de su política monetaria.
Solicitamos al BCE:
- Apoyar las inversiones verdes mediante préstamos dirigidos
El BCE debería introducir operaciones de refinanciación verdes: préstamos a largo plazo con tipos de interés reducidos para bancos que financien proyectos sostenibles, como energías renovables y eficiencia energética. Esto incentivaría a los bancos a canalizar más fondos hacia la transición ecológica. Al acelerar este tipo de inversiones, estas operaciones podrían reducir la dependencia energética y la volatilidad de precios, ayudando a aliviar las presiones inflacionarias con el tiempo.
- Dejar de respaldar a los contaminadores a través de su marco de garantías
Actualmente, el BCE sigue aceptando activos de grandes contaminadores —incluidas empresas de petróleo y gas— como garantía en sus operaciones de préstamo a bancos. Esto apoya a industrias perjudiciales, a pesar del compromiso anterior del banco central de incorporar criterios climáticos en su marco de garantías. El BCE debe excluir estos activos con alta huella de carbono y dejar de actuar en contra de los objetivos climáticos de la UE.
- Redirigir las inversiones hacia actividades más ecológicas
El BCE debería alejar sus compras de activos de empresas ambientalmente dañinas y centrarlas en aquellas con alto desempeño en sostenibilidad. Este cambio ayudaría a alinear el flujo de dinero del banco central con los objetivos climáticos y medioambientales de la UE. Para hacerlo posible, el BCE no debería reducir demasiado pronto sus programas de compras de activos, conservando así las herramientas necesarias para aplicar este giro verde.
Estas demandas cuentan con el apoyo de más de 40 organizaciones de la sociedad civil. Para más detalles y la lista completa de firmantes, consulta el Manifiesto original.