¿Cuál debería ser el precio justo de los combustibles?, según un Informe de la Escuela Politécnica de Lausana, de aquí al 2050, debería existir una ecotaxa de 1,6€ por litro.
PAU NOY SERRANO, 17/10/2019
Finalmente el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ha dado su brazo a torcer y ante las grandes movilizaciones populares ha anunciado que anula su paquete legislativo, dentro del cual destacaba una reducción al subsidio de la gasolina. Ecuador necesitaba aumentar su recaudación fiscal en 4.200 millones de dólares anuales, condición impuesta por el FMI para lograr un crédito y poder devolverlo con garantías. No entraremos aquí en valorar esta política de ajuste porque en Europa todos sabemos de qué se trata. Lo relevante en la lucha global contra el cambio climático es que en ese pequeño país centroamericano ha habido un levantamiento popular contra una política anticlimática.
Porque es claro que reducir el subsidio a un combustible no renovable reduce las emisiones ¿Qué propuso el presidente ecuatoriano? En el caso de los combustibles un alza de un 24% en el precio de la gasolina y de un 112% en el del gasóleo. Evidentemente se trata de fuertes alzas, sobre todo en el caso del gasóleo, el combustible dominante en el país andino. Pero ¿a qué nivel de precios quedaban esos combustibles después del alza? Convirtiendo galones a litros, para que el lector español pueda comprenderlo, tanto el gasóleo como la gasolina resultaría a un nuevo precio de 0,60 EUR /litro, la mitad de lo que cuesta en España (o menos) y casi la tercera parte que en Francia. En España usaríamos el termino popular “regalado”. Pero el petróleo cuesta igual en todos los países porque el suministro está globalizado. Entonces, ¿por qué los combustibles, aún después del alza propuesta por el gobierno ecuatoriano , seguían siendo tan económicos? Porque están subsidiados, con valores finales entre un 60% y un 75% por debajo de los europeos. Habrá quien se consuele pensando que la gasolina aún resulta más económica en Venezuela, el país del mundo donde tiene menor precio, más barata aún que el agua potable, y así les van las cosas a ese país.
¿Por qué las comunidades indígenas han armado esa revolución, llegando incluso a la toma del parlamento nacional? Porque son comunidades que viven en entornos rurales donde el transporte público es inexistente, dependiendo totalmente del vehículo privado, y para ganarse un débil ingreso incluso se precisa de un vehículo de transporte. Pocos son los afortunados que disponen de él, pero al menos es una manera de ganarse el pan. De repente, a pesar que el combustible seguía subsidiado, a muchos se les doblaba aparentemente el coste de producción de su actividad, la del transporte. Y digo aparentemente porque el coste del combustible en una explotación de transporte, descontando el salario, no alcanza al 20% del total, y con el salario, ni el 10%.
Los Gilets Jaunes
Y volviendo a Europa ¿qué pasó en Francia con los chaquetas amarillas, los Gilets Jaunes? El presidente Macron, con buen tino, decretó que el precio del diesel debía equipararse con el de la gasolina. Si el motor diesel y su famoso Dieselgate son el timo de la estampita en cuanto a emisiones, es del todo lógico establecer una política pública que encarezca el gasóleo para que por lo menos tenga el mismo nivel impositivo que la gasolina. En paralelo, Macron anunció un paquete legislativo —ley de orientación de las movilidades — de promoción de los modos sostenibles pensado sobre todo para reducir la dependencia del coche en la Francia interior. ¿Quiénes son los Gilets Jaunes? No son personas de los suburbios de las ciudades, no son emigrantes pobres. Se trata de personas de diferentes procedencias, pero se puede resumir su identidad diciendo que son clases medias empobrecidas que en los 90 decidieron irse a vivir en el extrarradio de ciudades medias. Esta decisión habitacional les llevó a depender del vehículo privado si querían disfrutar de la movilidad clásica , es decir, “ir bien cómodo a bordo de mi coche”. La crisis del 2008 se cebó con estos sectores, empobreciéndolos, y a pesar que FNAUT demostró que el precio del combustible en los últimos años había subido comparativamente mucho menos que el salario mínimo, los Gilets Jaunes siguieron con su matraca, la de un movimiento que tomó el precio de la gasolina como estandarte de lucha, cuando en realidad el factor aglutinante de su protesta era su empobrecimiento. Como en Ecuador, la lucha de los Gilets Jaunes franceses tomó el precio de la gasolina como chivo expiatorio.
¿Qué lecciones podemos tener de movimientos tan diferentes, y en países tan distintos como Ecuador y Francia? Que hay y va a haber una gran resistencia a las política pro-climáticas que obligatoriamente tienen que encarecer el precio de los combustibles para: 1. Financiar la reconversión de la movilidad, bajar el consumo e iniciar su conversión al modo de tracción eléctrico, porque hay que dejar, imperativamente, de extraer petróleo y gas. Sólo así nos tomaremos en serio la lucha anticlimática; 2. Internalizar en el uso del combustible las grandes externalidades del petróleo. Piénsese que solamente en España, las externalidades del sector del transporte, dependiente del petróleo en un 98%, representan ellas solas el 9% del PIB, una cantidad superior, pero de signo contrario, a la aportación que este sector realiza al PIB.
El precio justo de los combustibles
Para saber cuál debería ser el precio justo de los combustibles debemos acudir a la academia, a los expertos. Sólo hace una semana se publicó un informe en el que se abogaba por una tasación al carbono, es decir, a los combustibles, y repartir los ingresos como dividendos sociales. Interesante. Seguro que modera el consumo y desplaza viajes hacia la ecomovilidad. Pero ¿cuál debería ser el precio justo? Un reciente y brillante informe de la Escuela Politécnica de Lausana determina que debería existir, de aquí hasta el 2050, una ecotaxa de 1,6 EUR por litro, con lo cual el precio del combustible más que se duplicaría. Ahí lo dejo.
Alguien debe ponerle el cascabel al gato. Abramos el debate.
Saludos cordiales,