Nueve reformas económicas y financieras para detener el colapso de la naturaleza

Una guía para principiantes sobre el cambio transformador para preservar el hábitat de la humanidad (traducción resumida*)

Ludovic Suttor-Sorel, Nicolas Hercelin, Pablo Grandjean

* Documento original en inglés

Nuestro sistema económico es ciego ante la destrucción de la naturaleza. Tal como está, sólo puede acelerar la pérdida de la naturaleza y la biodiversidad, poniendo a todos en peligro. La alteración de los ecosistemas naturales tiene consecuencias para la salud humana, el suministro de alimentos y agua, y crea escasez de recursos. En un futuro no muy lejano, podría perturbar el funcionamiento de las sociedades humanas y de la economía, de manera muy similar a la pandemia de Covid-19.

A largo plazo, podría estar poniendo en riesgo a la propia humanidad. Lo que está en juego es demasiado importante: nuestra economía necesita cambios profundos y transformadores para alinearse con los límites de nuestro planeta. Las finanzas sólo pueden convertirse en parte de la solución si comprendemos tanto su potencial como sus limitaciones intrínsecas.

A continuación mostramos las nueve medidas urgentes para marcar la diferencia:

1 Adoptar objetivos internacionales vinculantes para preservar la naturaleza

En 2020, las Naciones Unidas comenzarán a renegociar los objetivos internationales para la conservación* y recuperación* de la naturaleza que deben cumplirse para 2030. Pero el crecimiento económico seguirá perjudicando a la naturaleza si los gobiernos no planifican también la transición* hacia una economía sostenible.

Para que tengan efecto, los acuerdos internacionales deben ser vinculantes, calibrados en base a evidencias científicas* y ampliamente adoptados*. Pero limitar la actividad económica es política y financieramente costoso: si no se cuenta con el apoyo de los Estados Unidos, tanto la Unión Europea como China tendrán que aumentar sus contribuciones financieras a los países en desarrollo si se quiere adoptar un acuerdo que cambie el juego.

2 Exigir a las empresas que calculen, divulguen y reduzcan su impacto ambiental

Para saber qué actividades están causando la pérdida de la naturaleza, no basta con que algunas empresas revelen voluntariamente su impacto en la naturaleza; los responsables políticos deben exigir a las grandes empresas que revelen su impacto ambiental y que definan sus planes de transición.

La pérdida de la naturaleza es causada en gran parte por los sistemas de producción que usamos. Invertir esta tendencia requiere, como mínimo, que las empresas cambien a modos de producción más sostenibles. Una vez definido lo que es sostenible,* la UE debe establecer un marco de información* para que los impactos ambientales de las empresas puedan ser comparados y exigir a las empresas más dañinas que construyan vías de transición*.

3 Evitar la destrucción de la naturaleza en lugar de compensar los daños

Reducir el daño ambiental debería significar justamente eso. Los responsables políticos deberían abstenerse de permitir que las empresas dañen la naturaleza y luego paguen una compensación. Esto fomentará un cambio de “dañar la naturaleza como un costo de hacer negocios” a evitar el daño en primer lugar.

La compensación de la biodiversidad* es un mecanismo que permite a las empresas dañar un ecosistema a condición de que financien, generalmente en otro lugar, un proyecto de restauración. Dado que no hay dos ecosistemas iguales, no se puede decir que tales mecanismos reviertan la pérdida de la naturaleza. Más bien perpetúa el “derecho a contaminar” y socava la regulación ambiental.

4 Asegúrese de que los productos financieros “verdes” sean realmente “verdes”.

Cada vez más ahorradores están dispuestos a invertir su dinero en actividades ecológicas. Pero no muchos profesionales de las finanzas que venden productos financieros verdes son capaces de autentificar sus afirmaciones de “sostenibilidad”.

La etiqueta ecologica para productos financieros proyectada por la UE debería concederse únicamente a los productos que puedan demostrar que financian actividades sostenibles* o que tengan un impacto medioambiental positivo* Para ello, necesitamos herramientas y métodos para medir el impacto de las actividades financiadas sobre la biodiversidad y la naturaleza,* así como sobre el clima.

5 No confíe sólo en la financiación privada para salvar la naturaleza: no será suficiente.

La financiación privada siempre necesita ganancias suficientes, incluso una financiación sostenible. Pero los proyectos de la naturaleza a menudo no tienen o tienen bajas rentabildades y requieren un compromiso a largo plazo. Conciliar estas dos lógicas es, en el mejor de los casos, un desafío.

Como los inversores miran a través de una lente de riesgo/rendimiento*, perciben la mayoría de los proyectos de conservación y restauración como demasiado arriesgados*, demasiado pequeños*, ilíquidos* y no lo suficientemente rentables –si son capaces de generar alguna ganancia. Además, los mercados financieros se basan en prácticas de evaluación comparativa que crean comportamientos gregarios y refuerzan tendencias a corto plazo.

6 Imponer normas en lugar de basarse en la dinámica del mercado para proteger la naturaleza

Los responsables políticos deberían prohibir las prácticas perjudiciales mediante reglamentos, en lugar de esperar que las empresas cambien su comportamiento por sí mismas basándose únicamente en la demanda de los consumidores o en preocupaciones éticas.

Dada la importancia de los cambios necesarios, no bastarán las normas voluntarias* y los enfoques basados en el mercado*. Los procesos insostenibles deben ser prohibidos gradualmente por la ley, mientras que una parte importante del territorio de la UE debe ser recuperado y protegido de las actividades económicas perjudiciales. Deben activarse las subvenciones públicas para apoyar una transición justa*.

7 Evaluar si los instrumentos económicos limitan efectivamente las actividades perjudiciales

Los instrumentos económicos como las cuotas *y los impuestos ambientales* pueden limitar las actividades económicas que sobreexplotan los recursos naturales, pero sólo si están diseñados adecuadamente y calibrados según los límites de la naturaleza.

En teoría, los instrumentos económicos actúan limitando las prácticas insostenibles o reduciendo su rentabilidad. En la práctica, a menudo tienen resultados desiguales (ver pg 57). Con carácter prioritario, los responsables políticos deben evaluar la eficacia y la idoneidad de los instrumentos económicos actuales y nuevos en relación con sus objetivos ambientales y rediseñarlos en consecuencia.

8 Mejorar el seguimiento del uso y el impacto de la financiación pública y reorientar las subvenciones nocivos

El dinero público sigue financiando actividades que dañan la naturaleza y la biodiversidad, como algunos tipos de agricultura. Las autoridades públicas deberían seguir y medir mejor el impacto ambiental de sus inversiones y subvenciones, y revisarlos en consecuencia.

Las subvenciones públicas siguen apoyando actividades económicas perjudiciales, debilitando así el impacto del ya limitado gasto público ecológico* y los propios objetivos ambientales de la UE. El reequilibrio de los fondos públicos hacia actividades más respetuosas con la naturaleza comienza con la revisión de los sistemas de la UE para el seguimiento del uso y el impacto ambiental* del gasto público.

9 Integrar plenamente los objetivos ambientales en la gobernanza económica de la UE

Los proyectos relacionados con la naturaleza requerirán inversiones públicas, dadas las limitaciones de la financiación privada en este ámbito. Por consiguiente, la gobernanza económica europea debería ir más allá de centrarse en la aplicación de las normas fiscales de la UE* para incluir la ejecución de la transición de la UE*.

El Semestre Europeo* debería evolucionar para integrar plenamente la gobernanza económica y los objetivos ambientales. Paralelamente, deberían replantearse las normas fiscales de la UE para garantizar que los Estados miembros puedan invertir en programas como Natura2000*, en planes de restauración, y para apoyar la transición ecológica.

*Consultar ampliación en el original inglés:

https://www.finance-watch.org/uf/nine-economic-and-financial-reforms-to-stop-the-collapse-of-nature/

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Traducción: Teresa Abril

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