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Hoja de ruta hacia el cambio de modelo económico y de gobernanza para Europa

La Coalición UE de la Economía del Bienestar publica un primer Documento de Debate con propuestas en diez ámbitos sociales dirigidas a los responsables políticos

Neus Casajuana

Muchos no olvidaremos las impactantes palabras que Antonio Guterrez, pronunció este verano : la era del calentamiento ha terminado. La era de la ebullición comienza. El secretario general de la ONU habla claro cuando nos alerta de que: “la humanidad se enfrenta a una dura y urgente elección: ruptura o avance. Las elecciones que hagamos, o dejemos de hacer, hoy podrían resultar en un mayor colapso y un futuro de crisis perpetuas, o un avance hacia un futuro mejor, más sostenible y pacífico para nuestros pueblos y nuestro planeta”.

Parecería que las grandes instituciones hubiesen estado durmiendo un sueño sobre un mundo ideal sin limitaciones del que se han visto obligadas a despertar ante los retos provocados por una pandemia inesperada y la urgencia de un cambio climático que creían lejano pero que ahora los apremia a tomar decisiones radicales en todos los sentidos.

También parece que todas las instituciones han caído en la cuenta de que el PIB no es el indicador adecuado para medir el progreso de la humanidad y ahora todos quieren moverse más allá de este índice y definir un marco de indicadores que los orienten hacia el bienestar social y la sostenibilidad planetaria. La OCDE , la UE, el Foro Económico Mundial y por supuesto, también la Unión Europea, todos quieren establecer este conjunto de indicadores del bienestar más allá del PIB para guiarlos en la toma de decisiones y para monitorizar el desempeño de los países. Entonces ¿problema resuelto? Aquí debajo va la respuesta:

En 2007 se celebró en Bruselas la conferencia de alto nivel Beyond GDP Conference , que reunía a la Comisión y al Parlamento Europeos, a la OCDE, entre otros. No hablamos pues de una propuesta reciente, sin embargo, 16 años después, este marco de indicadores más allá del PIB en el que tanto se confía para cambiar la forma de medir el progreso social, todavía no está ni definido ni acordado. Es cierto que en este periodo se han aprobado importantes planes, reglamentos y directivas sobre clima, medio ambiente y derechos sociales y se ha profundizado en la concreción de los indicadores de los ODS y en otras métricas centradas en el bienestar de las personas y la sostenibilidad. Es cierto también que la Covid 19, la guerra de Ucrania y la voluntad europea de convertirse en líder mundial en la lucha climática, han hecho aumentar el grado de ambición en las metas de descarbonización, energías renovables, equidad, pobreza, etc., pero en estos años también se ha hecho más patente nuestra responsabilidad histórica al duplicar nuestro umbral de biocapacidad o al agravar con nuestro comercio la brecha económica entre el Norte y el Sur global. Aunque en teoría existe la voluntad de revertir estos abusos, no hemos hecho ningún intento serio de salir realmente del paradigma que los causa: una economía basada en el crecimiento ilimitado y en el neocolonialismo que nos arrastra y nos mantiene en esta posición de injusticia global. Querer moverse más allá del PIB no es sinónimo de querer moverse más allá del crecimiento, como quedó de manifiesto en la Conferencia Beyond Growth celebrada en Bruselas este año.

Cambiar el rumbo hacia un futuro mejor significa asumir el perjuicio causado hasta ahora y tener la voluntad de repararlo. Para ello, ante todo, hay que reconocer que los fundamentos de nuestra economía basados en la continua explotación sin límite del planeta han quedado caducados delante de una realidad aplastante. Pero ese reconocimiento no ha ocurrido todavía en la UE ni en ningún país del Norte Global. De hecho, el Pacto Verde Europeo, el paquete de planes y medidas que nos tienen que conducir a una economía sostenible, continúa anclado en el crecimiento económico, inclusivo, eso sí, y se apoya para hacer la transición, en la eficiencia y el reciclaje, en el uso de recursos y en la energía renovable, pero en ningún documento encontraremos alguna referencia a reducir o limitar la demanda de productos y servicios, porqué eso podría afectar lógicamente a la producción y a la oferta y en consecuencia, al crecimiento. La UE continúa en la creencia sin base científica que el desacoplamiento absoluto entre crecimiento y consumo de recursos es posible.

La UE pretende cumplir los objetivos de la Agenda 2030, pero eso no va a ser posible sin antes asumir y resolver sus contradicciones y carencias, tal como destaca en sus conclusiones el informe de la sociedad civil: «¿Cuánto le falta a Europa para alcanzar los ODS?» . Destacamos algunos de los cambios que Europa necesita para alcanzarlos:

  • Definir cómo la UE pretende alcanzar los ODS en Europa, incluidos objetivos, plazos y hojas de ruta.
  • Enfocarse hacia la Economía del Bienestar, es decir, sustituir el PIB por el marco de indicadores de bienestar, que no deben ser un simple complemento de lo que ya existe sino una substitución de un sistema económico diseñado para crecer exponencialmente.
  • Mejorar la gobernanza y la rendición de cuentas. Permitir una participación democrática en la formulación de políticas. Adoptar políticas que incentiven a las empresas para que tengan un impacto social y ambiental positivo. Adoptar una legislación que consagre los derechos de las generaciones futuras.
  • Vivir dentro de nuestras posibilidades: reducir la huella material europea. Centrarse no solo en la descarbonización, sino también en la desmaterialización y en revertir el intercambio ecológico desigual con otros países.
  • Aplicar políticas fiscales de redistribución para reducir las desigualdades sociales, eliminar la discriminación y promover la transición hacia patrones de producción y consumo sostenibles.
  • Mejorar el análisis de las deficiencias estructurales y sistemáticas, las contrapartidas y las contradicciones. Garantizar la coherencia de las políticas adoptando un enfoque holístico que unifique y aproveche las sinergias entre los principales marcos legislativos de la UE. Garantizar que todas las políticas realmente tengan en cuenta sus impactos sociales y ambientales directos e indirectos.

En Europa se va abriendo camino el concepto de la Economía del Bienestar como expresión que resume esta necesidad de gobernar con un enfoque distinto, en el cual el objetivo de la economía es el bienestar humano y la salud planetaria y no el crecimiento económico. Es una nueva forma de gobernanza que se basa en indicadores más allá del PIB para medir el progreso social y la sostenibilidad y en el que estas métricas se integran en el proceso de toma de decisiones. Es una gobernanza donde la rendición de cuentas por parte de los políticos y la participación ciudadana en la toma de decisiones adquieren un papel relevante y donde la innovación y la experimentación de nuevas iniciativas políticas son fundamentales para conseguir este cambio de rumbo que nos permita permanecer en el espacio de seguridad tan bien representado por la economía del donut: el espacio comprendido entre unos fundamentos sociales, necesarios para cubrir las necesidades humanas y un techo marcado por lo límites ecológicos.

 Miembros de la Coalición UE de la Economía del Bienestar 

En 2023 se ha constituido la Coalición UE de la Economía del Bienestar con la intención de ofrecer a las instituciones de la UE y de sus países miembros una hoja de ruta para avanzar en este proceso de transformación de la economía y de la gobernanza para situar el bienestar humano y la sostenibilidad planetaria en el centro de los procesos de la toma de decisiones, alejándose de un modelo social basado en el crecimiento del PIB. La visión de la Coalición es un sistema económico construido en torno a cinco valores básicos interconectados: participación, equidad, finalidad, naturaleza y dignidad. A raíz de la celebración de la Conferencia Beyond Growth , la Coalición ha publicado su primer Documento de Debate con propuestas concretas en diez ámbitos sociales para ser aplicadas en la UE y sus países miembros. Invitamos a los responsables políticos a conocerlas, a debatirlas, a completarlas y finalmente a aplicarlas. La Coalición quiere acompañarlos en este proceso.

En la web de WEAll podemos encontrar mucha información del trabajo que se está haciendo para profundizar en el concepto de la Economía del Bienestar y en su aplicación por parte ya de algunos gobiernos.

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