¿Cómo ponerle el cascabel al gato del transporte? El caso de los viajeros.

Podemos organizar la transición de la movilidad de viajeros hacia un escenario totalmente sostenible. Ahora hace falta que los gobiernos diseñen la hoja de ruta adecuada.

PAU NOY SERRANO, 13/11/2021

Hace una semana participé en una jornada organizada por revo Prosperidad Sostenible dedicada a la Transición Energética. Fue un debate de altura transmitido por youtube en el que tuve el honor de participar y donde se explicaron los fundamentos para abordar dicha transición.

Debe quedar claro en primer término que el propósito de lograr la transición energética es harto difícil, habida cuenta de la complejidad de las operaciones a llevar a cabo. Pero es una transición que estamos obligados a hacer, sí o sí. Si nos gusta la idea de reducir emisiones y consumo energético, debemos impulsarla con brío y decisión. Pero si no nos gusta, hay también que adoptarla porque la crisis energética y climática amenaza con barrernos del mapa.

170 años viviendo de la historia de la Tierra

Llevamos viviendo 170 años de unos combustibles fósiles que la Tierra empleó millones de años en crear y ya se están acabando, al menos los más accesibles. Además debemos dejar de usarlos para frenar el cambio climático. Cuanto antes, mejor. Primero fue el carbón, después el petróleo y más tarde el gas natural y, claro, reducir drásticamente su consumo en uno o dos decenios se antoja una tarea titánica, más aún cuando el contexto es de crisis permanente, porque este siglo XXI, a diferencia del anterior,  no es el del progreso perpetuo sino el del riesgo permanente.  La crisis es sistémica y se debe a una multiplicidad de factores, con la escasez de combustibles fósiles como principal entre ellos, y con la angustia añadida de diseñar estrategias eficaces para luchar contra el cambio climático y sus devastadoras consecuencias.

Quede claro que la única forma de frenar el cambio climático es abandonando el consumo de fósiles, un verdadero quebradero de cabeza para una sociedad en la que el 75% de la energía consumida proviene de estas fuentes.

Ya expliqué en otros artículos que el sector crítico para la reconversión energética a emisiones cero es el del transporte. Esto es así porque es el que más energía consume, el que tiene la intensidad energética más alta por unidad de PIB y el que más depende del petróleo, tiene exactamente el 96% de dependencia. Sólo el 4% de su consumo procede de fuentes renovables. Costará mucho reconvertir sectores como la industria, el doméstico o el de servicios, pero en todos ellos el consumo eléctrico ya es muy importante. Basta con intensificarlo.

El caso de la movilidad de viajeros en Cataluña

Vamos a analizar cómo reconvertir la movilidad de viajeros en Cataluña, proceso algo más sencillo -sólo un pelín- que en el conjunto de España porque el peso de los modos sostenibles es unos puntos mayor en el caso catalán por mejores dotaciones e infraestructuras de transporte público. En  otros países de Europa occidental, la composición de su movilidad se asemeja más a la catalana y por tanto son de aplicación los mismos principios y recetas que voy a exponer a continuación.

La movilidad catalana, medida en viajeros-km, se organiza de la forma siguiente: 70% movilidad privada motorizada, 25% transporte público y 5% movilidad personal no motorizada, a pie y en bicicleta. Vamos a ver cómo abordar el cambio en cada grupo. La no motorizada, por definición, no consume recursos energéticos. El transporte público está ya electrificado en un 65% y las emisiones de los ferrocarriles son nulas debido a que todos ellos se proveen con energía eléctrica renovable certificada. Sin embargo, aún queda la electrificación de autobuses y taxis que debe llevarse a cabo con baterías en los vehículos ligeros, con catenarias en áreas urbanas (trolebuses y similares o traspaso a tranvías) y con hidrógeno en recorridos interurbanos. También debe traspasarse al ferrocarril una buena parte de los usuarios de los autobuses. Un viajero transportado en ferrocarril nos cuesta la mitad que uno que hace el mismo viaje en bus.

En cuanto al vehículo privado, la motocicleta puede y debe electrificarse totalmente, pero también debe reducirse su uso. Algo más difícil es la electrificación del coche, cuya utilización debe reducirse, tanto por el traspaso a los modos sostenibles, como por reducción absoluta del 15% de la movilidad motorizada. En la presentación que realicé en la Jornada de revo definía 5 escenarios para viajeros. De menos a más intenso el proceso de reducción de emisiones. En el último de ellos, el de total transferencia hacia los modos emisión cero, con una cierta reducción absoluta de la movilidad, se lograba una reducción del 75% en el consumo energético y con cero emisiones. Los detalles de los cambios modales se explican en este documento.

Queda demostrado, por tanto, que podemos organizar la transición de la movilidad de viajeros hacia un escenario totalmente sostenible. Ahora hace falta que los gobiernos diseñen la hoja de ruta adecuada. Emisiones cero y reducción del consumo energético en el sector de viajeros en un 75% se puede lograr antes de 2040. Tenemos veinte años por delante.    

https://blogs.lavanguardia.com/cambiar-para-seguir-viviendo/2021/11/13/como-ponerle-el-cascabel-al-gato-del-transporte-el-caso-de-los-viajeros-26610/

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